La modificación genética de mosquitos Aedes aegypti se “vende” como una receta infalible para combatir el dengue en textos difundidos por los encargados de “producir los mosquitos macho Aedes aegypti genéticamente modificados, conocidos como OX5034”, como es el caso de la empresa Oxitec, con sede en Reino Unido. En Brasil, la ONG World Mosquito Program (WMP) con sede en Río de Janeiro (Brasil), con el apoyo del ministerio de Salud de ese país, son los encargados de proporcionar huevos y larvas de mosquitos “mutantes” para comenzar el proceso que ya se presentó como “exitoso” en cuatro ciudades brasileñas.
La “fama” de tan novedoso procedimiento para combatir el dengue en países pobres comenzó a difundirse en plena pandemia del Covid, en agosto de 2020, cuando se anunció que en Florida (EEUU) liberarían 750 millones de mosquitos modificados genéticamente.
La luz verde del proyecto piloto se produjo entonces, después de años de debate y provocó por aquellos días una gran indignación entre grupos en defensa del medioambiente, que advirtieron de consecuencias inesperadas. Una de estas organizaciones llegó a considerar el plan como “un experimento del estilo de Parque Jurásico”.
Los activistas advertían sobre el posible daño al ecosistema y la potencial creación de mosquitos híbridos resistentes a los insecticidas. No obstante, la empresa encargada aseguraba que “la iniciativa no supone un riesgo para los humanos ni para el medioambiente” y atribuía su postura a una lista de estudios respaldados por el gobierno.
El proyecto provocó numerosas críticas, tanto por parte de organizaciones dedicadas a proteger el medioambiente como ciudadanos de a pie. “La liberación de mosquitos genéticamente diseñados pondrá en riesgo y sin necesidad alguna a los floridanos, al medioambiente y a las especies en peligro de extinción en medio de una pandemia», advirtió el grupo en defensa del medioambiente Friends of the Earth en un comunicado publicado en la época de pandemia cuando se conocía este experimento. Cerca de 240.000 personas, además, firmaron una petición en la plataforma Change.org criticando la iniciativa de Oxitec y denunciaron que la firma estaba usando estados de EE.UU. “como base de pruebas para esos mosquitos mutantes”.
Banco de pruebas: Brasil
Dos años después, en 2022, comenzó a “venderse” la información del mismo experimento, pero en Brasil, donde los casos de dengue y las muertes como consecuencia se expandían y se volvía incontrolable, sumado al zika y a la chikungunya.
Conocido aquí como “el método Wolbachia, consistente en colocar bacterias en huevos de Aedes aegypti”, método que según las publicaciones de los fabricantes afirmaban que “redujo aproximadamente un 70% los casos de dengue en la ciudad de Río de Janeiro, aunque en realidad el territorio utilizado para las pruebas fue Niteroi, separada (o unida) de la ciudad carioca por el famoso y extenso puente que se transformó en postal de la “Cidade Maravilhosa”.
Al mismo tiempo, el procedimiento se replicó en Indonesia, Australia y Colombia e incluso la Fundación Bill Gates aporta económicamente para sostener un proyecto llamado World Mosquito Program (WMP) para evitar, con un método biológico, que los mosquitos Aedes aegypti transmitan enfermedades que pueden ser letales.
El método Wolbachia
Wolbachia es una bacteria que se encuentra de manera natural en un 50 por ciento de los insectos que habitan el planeta. Pero este microorganismo no habita los mosquitos Aedes aegypti. El método que lleva adelante la WMP consiste en introducir esta bacteria en los mosquitos, la que compite con los virus del dengue, el zika, el chikungunya y la fiebre amarilla que se encuentran en el organismo de estos insectos.
El WMP, entonces, consiste en criar una gran cantidad de mosquitos denominados Wolbachia y luego se liberan en áreas donde habitan comunidades afectadas por estas enfermedades. De esta manera, las nuevas camadas de mosquitos no llevan consigo la capacidad de propagar estas patologías en la población.
Según informan en WMP, hasta el momento -el informe es de diciembre de 2022-, con el método Wolbachia, que se puso en marcha en 13 países, se protegieron a 11 millones de personas. Esto se sabe gracias a que este programa monitorea a las poblaciones de mosquitos, así como la incidencia de las enfermedades relacionadas con ellos antes, durante y después de la liberación de estos Aedes aegypti con Wolbachia.
La fábrica de mosquitos
Desde mayo de 2015, el WMP está instalado en Colombia, donde más de 25 millones de personas están en riesgo de contagiarse dengue. Allí, con el apoyo de las autoridades locales, el proyecto se implementó a través de la Universidad de Antioquía, cuya sede se encuentra en la ciudad de Medellín.
Allí se instaló “la fábrica de mosquitos más grande del mundo”, según la definió Scott O’Neill, el director y fundador del Programa Mundial del Mosquito. Según cuenta en un video oficial el propio O’Neill, se crían ahí un total de 30 millones de mosquitos por semana, desde que están en los huevos hasta que se convierten en ejemplares capaces de reproducirse.
Allí, el director de WMP explica que esos mosquitos portan la bacteria Wolbachia. Luego, los mosquitos con ese microorganismo se liberan y la bacteria se transmite de un mosquito a otro cuando estos insectos se aparean. De este modo, los dípteros de laboratorio pasan la bacteria a ejemplares silvestres de la misma especie.
En el video que difundió el propio Bill Gates, llamado “La fábrica de mosquitos”, se muestra cómo los mosquitos con Wolbachia son distribuidos por la ciudad de Medellín. Esto se puede hacer con jóvenes en moto que transportan y abren cajas con los mosquitos en distintos puntos de la ciudad o también, a través de drones que esparcen a los insectos en diversos sitios de la localidad paisa.
También es posible arrojar cápsulas con centenas de huevos de mosquitos Wolbachia en distintos estanques o recipientes con agua a lo largo y ancho de la ciudad.
“En Colombia, el método redujo las infecciones de dengue entre un 90 y 95% en la ciudad de Medellín y dos municipios cercanos entre 2019 y 2022″, indicó María Patricia Arbeláez Montoya, consultora de Epidemiología de Enfermedades Infecciosas del WMP y profesora emérita de la Universidad de Antioquia en una nota de LA NACION en abril del año pasado (N.de R. Nótese que todos los testimonios son de personas que trabajan o son propietarios de la misma empresa).
En Brasil, con socios locales
En el mismo mes de abril del año pasado, la WMP se asoció en Brasil con la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), una institución científica pública brasileña de Río de Janeiro, y decidieron “usar” a la ciudad de Niterói como centro de pruebas para largar sus mosquitos modificados.
¿Por qué Medellín? Y ¿por qué Niterói? Nadie explicó precisamente, mientras ya se extendió el territorio de pruebas a otras cuatro ciudades y buscan otras; mientras en Argentina se “maravillan” con las potencialidades de la reproducción en laboratorio de mosquitos que libere a los Estados de la responsabilidad de ocuparse de la educación y la prevención en las comunidades locales.
En cuanto a los resultados en Brasil, donde los mosquitos modificados se probaron hasta ahora en cinco ciudades, los resultados en Niterói se asociaron a una disminución del 69% de los casos de dengue. En Río de Janeiro, la reducción fue del 38,3%.
En Argentina, en estudio hace varios años
El Laboratorio de Control de Mosquitos del Departamento de Aplicaciones Agropecuarias de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) investiga la manera de limitar la población de Aedes Aegypti mediante la Técnica del Insecto Estéril (TIE).
“El Departamento de Aplicaciones Agropecuarias ya había trabajado en la aplicación de la Técnica del Insecto Estéril para el control de la mosca de los frutos que provocaba daños en la región de Cuyo. A partir de esa experiencia, el Organismo Internacional de Energía Atómica convocó a la Argentina a implementar esa técnica con el Aedes aegypti”, explica la bióloga Mariana Malter Terrada, la jefa del departamento.
Las declaraciones formuladas por otra bióloga de la CNEA el año pasado, explica que “consiste en criar mosquitos de un sitio determinado para producir insectos machos que serán esterilizados. Esos ejemplares van a ser liberados en un sitio, que puede ser un barrio o un lugar donde haya alta concentración de mosquitos. Cuando este macho estéril consiga una hembra en este campo y se produzca la cópula, los huevos producidos no van a tener descendencia. Así, mediante liberaciones continuas de mosquitos estériles uno puede reducir la población y también la posibilidad de transmisión de los virus”, contó la bióloga García Alba.
Los mosquitos machos son esterilizados con radiación gamma cuando se encuentran en estado de pupa madura, en la Planta de Irradiación Semi Industrial (PISI) del Centro Atómico Ezeiza. “La irradiación tiene que realizarse en un momento concreto. Para ello, es necesario ‘sincronizar’ la cría para que todos los individuos estén en el estadio necesario al momento de la irradiación. Esto depende mucho del tipo de comida y de la temperatura, aspectos que podemos regular en el laboratorio”, comentó García Alba.
Como parte de este proyecto ya hubo una primera liberación de mosquitos en el predio de Ezeiza. Los ejemplares fueron marcados con polvo fluorescente para poder identificarlos. Después fueron recapturados con trampas, que tienen como cebo una sustancia que imita el olor de la sudoración humana. Durante este experimento, después de su liberación los mosquitos vivieron una media de cuatro días y tuvieron una distancia de vuelo de alrededor de 100 metros. Esta información será utilizada para una liberación piloto en un barrio.
La explicación de las biólogas del Centro Nacional de Energía Atómica, confirma que sí existe manipulación genética en la técnica que se difunde como “milagrosa”. También queda demostrado que existen empresas y capitales involucrados, y cuyos fines es ganar dinero. ¿Dónde se unen o se bifurcan los fines socioambientales con los de la ganancia neta?…es el interrogante a ser respondido.
No se conocen los resultados de diferentes pruebas que se desarrollaron en Mendoza y se analiza aplicar en Corrientes en el mismo sentido.