El crédito a familias se encuentra en su nivel más bajo en dos décadas, con una caída del 13% en los últimos 12 meses. La combinación de incertidumbre electoral, altas tasas de interés y persistente inflación afectó gravemente la dinámica crediticia, dificultando la recuperación económica. Los expertos anticipan un panorama desafiante en el corto plazo.
En medio de una creciente incertidumbre electoral y desafíos económicos, el crédito en Argentina, especialmente aquel destinado a las familias, se encuentra en su nivel más bajo en 20 años en términos del Producto Bruto Interno (PBI). Durante el último año, todas las formas de financiación experimentaron una disminución en términos reales. La combinación de tasas de interés extremadamente altas y una inflación persistente creó un entorno poco propicio para los préstamos en pesos, lo que llevó a esta preocupante situación.
Según datos proporcionados por el Banco Central (BCRA), en octubre se observó un ligero repunte en los préstamos en pesos al sector privado, con un crecimiento del 1.3% en términos reales y sin estacionalidad. Sin embargo, en los últimos 12 meses, estos préstamos acumuló una caída cercana al 13%.
La financiación a las familias es la que más sufrió en medio de la crisis económica. Los préstamos al consumo retrocedieron un 1% en octubre y acumulan una disminución del 17.8% en el último año, sin tener en cuenta las variaciones estacionales. Esto es especialmente sorprendente dado que octubre suele ser el inicio de la temporada alta de consumo en el país, marcada por eventos como el Día de la Madre.
Las cifras de los préstamos otorgados mediante tarjetas de crédito y préstamos personales también son preocupantes. En el último mes, se observó una contracción del 1% en términos reales para las financiaciones con tarjetas de crédito, mientras que los préstamos personales cayeron un 1.1%. En términos interanuales, estas formas de financiamiento experimentaron una disminución del 11.6% y 28.7%, respectivamente, a precios constantes.
Los expertos de la consultora LCG señalan que, tras las elecciones, será difícil observar un cambio en esta tendencia debido a los altos costos de financiamiento y las restricciones crediticias. Además, una tasa de interés elevada afectaría los precios finales de los productos a financiar, lo que dificultaría aún más la recuperación económica en el país.
En resumen, la situación crediticia en Argentina enfrenta desafíos significativos debido a factores como la incertidumbre electoral, tasas de interés elevadas y una inflación descontrolada, lo que ha llevado a que el crédito represente un porcentaje históricamente bajo en términos del PBI.
(Fuente: TN)