Lo dijo el ambientalista Rulo Breganolo, quien integra la Mesa por el No a las Represas, que emitió un duro comunicado en contra de los planteos de dos exfuncionarios de la EBY, que defendieron el proyecto de embalse que está rechazado por un plebiscito desde 1996. Braganolo habló de “intereses privados” con la obra pública y desafió: “represamos las Cataratas del Iguazú y tendremos energía eléctrica hidroeléctrica para rato”.
La Mesa Provincial por el No a las Represas difundió un crítico comunicado en contra de la instalación de represas en Misiones, luego de que dos exfuncionarios de la Entidad Binacional de Yacyretá, el macrista Humberto Schiavoni y el kirchnerista Pablo Ciejovicz, y el actual ministro de Hacienda de Misiones, Adolfo Safrán, defendieran el proyecto de embalse en la localidad de Corpus Christi, una iniciativa rechazada por plebiscito vinculante desde 1997.
En diálogo con el programa Rx – Realidad Mixta, el ambientalista Raúl “Rulo” Bregagnolo, que integra la Mesa Provincial por el No a las Represas y vinculó el impulso de nuevas represas en Misiones –luego de la ya instalada en Yacyretá–, con “intereses privados” y posibles negocios con la obra pública.
“En la Patagonia, tenemos viento los 365 días al año y una potencial capacidad energética de más de 7.000 megawatts. Eso está estudiado, está analizado”, dijo Bregagnolo, para quien, este tipo de iniciativas se debe a que “no tienen nada que hacer, entonces ponen en la agenda este tema que nosotros tomamos como expresiones de deseos o sondeos de opinión, a ver qué reacciones hay”.
Ante la posibilidad de que avance un nuevo proyecto de represa hidroeléctrica, Bregagnolo avisó que se movilizarán para resistirlo. “Somos como esporas, siempre estamos. Activamos a la sociedad misionera dándonos cuenta de que esto es, la necesidad de hacer dinero a cualquier costa. La obra pública que siempre ha sido generadora de grandes ingresos, no sólo para el que construye la obra, sino el reparto que se hace hasta nivel político. Y de eso me parece que se trata también: ¿qué se puede pellizcar de obras como esta, sin tener en cuenta lo que pueda afectar social, ambiental y hasta políticamente y económicamente a una región?”, disparó el ambientalista.
En esta línea, Bregagnolo insistió en que “se vuelve a hablar del tema porque, claramente, más allá de que la obra pública en este gobierno está planchada, existen intereses privados. Eso es innegable, no hay que ser ingenuos”, expresó el fotógrafo y lanzó un desafío a quienes impulsan los proyectos como el embalse de Corpus. “Represemos las Cataratas del Iguazú y tendríamos energía hidroeléctrica para rato. Ahora, sería una locura planteárselo. ¿Y (si represar las Cataratas es una locura) por qué no es una locura acaso plantear otras represas en el río Paraná? Insisto, cuando tenemos otras opciones, otras alternativas”, sentenció.
Y el ambientalista también apuntó contra los gobernantes provinciales y nacionales y contra “algunos ocasionales políticos, diputados, etcétera, y exfuncionarios, que tienen el tupé de salir arbitrariamente a decir a los medios qué sería bueno construir la represa (en Corpus) ¿Acaso ellos viven al lado del río? ¿Acaso ellos visitaron hoy la vivienda donde viven estas personas que fueron afectadas por Yacyretá? O creen que haciendo la costanera está resuelto, está parchado, el gran holocausto que han generado con una obra tan antipática para la sociedad”, fustigó aunque, sin mencionarlos, contra Safrán, Schiavoni y Ciejovicz.
El documento difundido por la Mesa Provincial por el No a las Represas
Desde la “Mesa Provincial NO a las Represas” consideramos inaceptables a las expresiones vertidas por parte de funcionarios, tanto nacionales, como provinciales, en el sentido de impulsar la construcción de la represa Corpus Christi, que fuera oportunamente rechazada por voluntad del pueblo misionero en un plebiscito obligatorio y vinculante, llevado a cabo el 14 de abril de 1996 y ratificado por la Ley 11 – N.º 15 (Ex 3294/96), que hace unos días ha cumplido 28 años
Este nuevo intento por avanzar con esta resistida mega obra, es considerado por este colectivo de organizaciones sociales como una verdadera ofensa para la ciudadanía de nuestra provincia, que con total convicción y responsabilidad ya definió una clara respuesta al respecto, y que lo continúa manifestando en toda ocasión que sea necesario, tal el caso de la “Consulta Popular”, llevada a cabo en 2014 en la que el 98 % de misioneros y misioneras volvieron a decir “No a las Represas en Misiones”.
Exigimos al Gobierno Provincial que se comprometa en ser garante cumplimiento de una Ley aprobada por nuestros representantes en la Legislatura Provincial y que contara con el respaldo de más del 80 % de los misioneros
La Mesa Provincial No a las Represas es integrada por más de cuarenta organizaciones, sociales, ambientalistas, religiosas, gremiales, entre otras, y nos nucleamos con el único objeto de garantizar sea respetada esta voluntad manifiesta por misioneras y misioneros y seguimos tan fortalecidos como desde nuestros inicios para defender la libertad de nuestros ríos y nuestros bienes naturales.
En una provincia que por Ley es considerada como la Capital Nacional de la Biodiversidad, que se encuentra ubicada sobre una de las reservas de agua dulce más importantes del planeta, que preserva aún espacios naturales que ayudan a mitigar los efectos del cambio climático y que plantea profundizar un modelo productivo sustentable más amigable con el ambiente; se debería desterrar en forma definitiva la discusión acerca de estos mega emprendimientos que van totalmente en contra de lo mencionado, tal como lo podemos apreciar en los efectos ambientales, sociales y en salud generados y nunca superados por la represa de Yacyretá.
Los tiempos han cambiado manifiesta el Ministro Safrán y nosotros le decimos que tiene razón, ya que en los 28 años transcurridos desde el plebiscito sobre Corpus, el cambio climático se ha profundizado, el descontrolado desmonte en el Amazona y aquí en el Corredor Verde de nuestra provincia, a avanzado en forma alarmante, la contaminación de nuestros ríos, consecuencia del crecimiento industrial y la minería en Brasil y las enfermedades generadas como consecuencia de la proliferación de vectores se han vuelto endémicas, transformando a estos proyectos como inviables definitivamente.