Así lo aseguró Miguel Ángel Di Betta, presidente de la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines (FAIPA), en diálogo con Radio Up 95.5. Según indicó, el sector atraviesa un mal momento debido al incremento en los impuestos a nivel nacional.
“El subsidio se terminó, después del 19 de noviembre. Subsidio que, en un primer momento creíamos que nos ayudaba, pero llegamos a la conclusión de que no era así porque la materia prima no era de buena calidad para poder producir”, comentó Di Betta, en relación al incremento en los costos.
Sin embargo, señaló que “hoy el problema no es el precio de la harina, sino los impuestos. Eso es lo que está complicando la vida del sector panadero”.
“Una suba del 300% es una barbaridad. Después de una suba grande que hubo en febrero, ahora va a volver a subir de nuevo. No es que esté contra el gobierno, lo que pasa es que antes se estaban viendo cosas que no tenían que suceder y las estamos pagando ahora”, manifestó Di Betta en relación a la cantidad de subsidios para el sector.
Entre los principales impuestos que afectan al sector, el titular de FAIPA señaló que “el gas y la luz son fundamentales debido a la maquinaria implementada para la producción, al igual que los hornos”.
En Misiones, el principal factor de los mencionados por Di Betta es el gas, debido a la falta de una provisión de gas natural como en el resto del país.
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Por otro lado, señaló que se mantuvo una reunión con el Gobierno Nacional para aliviar la situación del sector, aunque no rindió los frutos esperados.
“El secretario de Industria fue uno de los primeros que nos atendió y nos dio una pauta de como se han restringido los subsidios. En este momento el país no tiene la plata y hay que ‘poner el lomo’ para salir adelante”, afirmó.
“El sector panadero está poniendo todo lo que tiene que poner. Está tratando de mantenerse y aguantar porque verdaderamente a la gente no le alcanza el dinero”, añadió.
Por último, se refirió a la quita de fondos por parte del Gobierno Nacional, la cual incide directamente en el trabajo no declarado de gran parte del sector.
“Hay mucha clandestinidad en nuestro sector, pero ahora las provincias no van a recibir dinero a nivel nacional, entonces se van a tener que poner a trabajar. Nosotros no queremos que nadie se quede sin trabajo, sino que se trabaje con las mismas armas que lo hacemos nosotros”, completó.