Lo dijo el tealero Jorge Lizznienz, quien reveló que se podrían perder 3 millones de kilos de brotes de té y que los agricultores están aceptando precios inferiores al mínimo establecido por el Coprote, para no tener que desecharlos. Según el gobierno, se perdió el 30% del mercado norteamericano. Y remarcó que están en alerta porque la ley de bioinsumos, será un grave problema a futuro, si prohíben el uso de glifosato sin un producto sustituto homologado.
En una tensa reunión entre productores tealeros y autoridades provinciales, encabezadas por el ministro del Agro y la Producción, Facundo López Sartori, se discutieron los problemas que aquejan al sector en un escenario en el que se podrían perder hasta 3 millones de kilos de brotes de té, si no se consigue colocarlas en secaderos en Misiones, que no están aceptando materia prima.
Este martes, desde las 16, en la Cooperativa de Productores Yerbateros de Jardín américa, tuvo lugar una cumbre entre el ministro y los productores tealeros que están en jaque por estos días, dado que no pueden vender su materia prima a secaderos, por lo que ya se han visto obligados a desechar parte de su cosecha.
Uno de los participantes del cónclave, fue el productor tealero Jorge Lizznienz, quien accedió a hablar con www.radioup.com.ar, sobre los resultados de la reunión, que fueron más bien nulos, aunque los agricultores se volvieron a sus chacras con promesas de intervención por parte del ministro López Sartori, uno de los responsables de la implementación de la controvertida ley de bioinsumos.
“El ministro se comprometió en hablar con los industriales y parte de secaderos para juntarlos y ver las problemáticas de fondo. Ningún industrial atiende el teléfono”, lanzó el productor tealero, quien añadió: “Quedamos en la nada”.
Sin embargo, Lizzniez destacó la presencia del ministro en la reunión. “Lo bueno es que vino y se presentó hoy acá ante todos los productores que estaban y escuchó directamente de cada productor, la problemática que hay”.
De acuerdo con el productor, López Sartori prometió a los colonos, que “en el transcurso de la semana” tratará “de buscar alternativas para levantar la cosecha. Nosotros somos los que pedimos levantar la cosecha. No estamos pidiendo otra cosa que levanta una cosecha y se comprometió en gestionar lo que tiene que gestionar para levantar para hablar con los secaderos y molinos para que nos compren”, comentó el referente.
Ante la consulta de este medio, Lizzniez desmintió de plano las versiones difundidas desde el gobierno y medios oficiales, sobre una supuesta sobreproducción que llevó a un exceso de oferta de materia prima, con consecuente caída en la demanda, las ventas y el precio.
Según la versión del gobierno, “cayó un mercado (tealero) Lo que dice el gobierno es que el comprador más grande que hay, que son de EEUU, se retiraron de la compra en un 30% y no están retirando porque, según ellos dicen, no hay ningún contrato de compra para esta zafra. Todavía que recién en febrero van a empezar a venir nuevos pedidos de compra. Pero el problema está en que los secaderos ya no tienen más lugar para meterte porque estamos teniendo una buena cosecha, aunque no hay superproducción”, explicó Lizzniez.
“No hay que mezclar. Superproducción es una cosa y tener una buena cosecha es otra. Eso es lo que les dije en el ministro: las corporaciones hablan de superproducción y nosotros los productores decimos que no hay superproducción”, insistió el productor, quien explicó que están en el proceso de la segunda cosecha, pero no pueden avanzar y todavía falta un 40% de la misma.
En esta línea, el productor reconoció que es una buena cosecha, pero recalcó que el punto de comparación no puede ser la zafra del 2023, porque fue un año de sequías. “Estamos sacando una buena cosecha. Yo llevé un historial de lo que yo hago té en mi chacra durante cinco años. Los últimos dos años, estuvimos debajo de un 40%, hasta un 50% por debajo de lo normal, por la sequía. Este año estamos por arriba del 30% de lo que fue año pasado. ¿Qué quiere decir? Que estamos en una condición normal y todavía no llegamos a los kilos que de zafras normales”, precisó Lizzniez, dando por tierra con el relato oficial de la sobreproducción tealera.
“Si ellos comparan con la cosecha del año pasado, obvio que da una diferencia de kilos, porque el año pasado estamos por debajo (de una producción normal), por la seca. Esa es la confusión que tiene que hacer en el Coproté”, subrayó el productor, en desacuerdo con los números que defiende la Comisión Provincial del Té, que no cuenta con representantes de los productores tealeros afincados en la zona de la ruta nacional 12.
Vinculado a esto, Lizzniez insistió en que por el tipo terreno y sistema de cosecha de las chacras de la ruta 12, como máximo pueden sacar 5 mil kilos de brotes de té por hectárea y no los 8 a 10 mil kilos que rinden los teales de otras zonas productivas de Misiones. “Nosotros en la ruta 12 usamos tierra de corte, ellos (los de la ruta 14) usan el famoso machete. O sea que levantan distinto, las cosechas. No podemos comparar, nosotros también le pedimos al ministro para que en la Coproté tengamos un representante de la ruta 12 que no tenemos”, reveló.
En cuanto a si la ley de bioinsumos tiene relación con la pérdida de mercados tealeros, en un sector donde el 90% de la producción se exporta y de esas exportaciones, el 66% va a Estados Unidos, Lizzniez aclaró que en la presentes crisis no hubo incidencia negativa de la ley que prohíbe el uso de herbicidas químicos como el glifosato. Aunque sí habrá afectación a futuro.
“Se tocaron todos esos temas hoy. Había presente varios diputados de distintos colores políticos. Entonces les pedimos que nuevamente se trate en diputados, (la ley del) no uso de glifosato, por lo menos hasta que nos reemplacen (los herbicidas químicos). ¿Cómo van a prohibir algo mientras que nos tenemos con qué reemplazarlo? Porque eso es lo que ellos están dando”, lanzó el productor sobre la promoción del uso de bioinsumos y bioherbicidas producidos por la empresa Agro Sustentable.
No obstante, Lizzniez aclaró que muchos productores continúan empleando glifosato y no están pudiendo vender sus cosechas. “Los que tenemos un té certificado, por las normas que piden los compradores (internacionales), tenemos que detallar los productos que usamos. Como tenemos un té certificado, no podemos usar este producto del gobierno (los bioinsumos de Agro Sustentable). No los estamos usando, pero ni así nos están comprando el té”, subrayó.
“O sea, que el problema tampoco es el producto porque nosotros los productores que tenemos té certificado bajo las normas de los compradores tenemos que declarar todos los insumos que se ponen en el té: arranca de la chacra, secaderos, industria y se va (se exporta) Por eso (la ley de bioinsumos) quizás sea un problema a futuro”, insistió Lizzniez sobre los bioherbicidas promovidos por el gobierno provincial, pese a que se trata de productos no homologados en Estados Unidos, el principal comprador del té argentino.
En consecuencia, la caída del 30% del mercado comprador de los brotes de té, obedecería a otras causas y en la reunión con los tealeros, el ministro del Agro apuntó a decisiones macroeconómicas del gobierno nacional. “El ministro nos dijo que es porque (los compradores norteamericanos) consiguen té más barato en otros países, que es por la competencia. Tenemos competencia y hay buena brotación en otros lugares que producen té y consiguen a mejor precio. Los industriales exportadores o sea los importadores (extranjeros), van a comprar pero quieren que se baje entre un 15 o un 20% del precio porque el dólar que estaba a $400 se fue a $800. Entonces ellos dicen que les sale muy caro el té misionero, y pidieron una rebaja”, detalló Lizzniez sobre los argumentos brindados por el ministro del agro en la reunión con los productores, postura que fue respaldada por otro representante del sector, un exministro del agro.
En ese marco, Lizzniez planteó que el gobierno nacional debería sacar “las retenciones del 15% que deberían venir a los productores. Porque sacan el 15% de las retenciones de la exportación. Y eso es un avance para ellos, porque se lo quedan los industriales, no miran los productores y ni así los están comprando. Entonces yo veo que (los industriales) están más especulando, dejando que nosotros nos quedemos un poco impacientes, tiremos broto y nos tiren el precio abajo”, denunció el productor.
“Juegan con la necesidad del productor. Están jugando con la necesidad. Yo necesito vender, necesito cobrar, porque yo hago una inversión, es un capital que muevo en una cosechadora, un camión, el precio del combustible, las manos de obra, el operario que ya mandé a sacar los yuyos del té. En eso ya nosotros invertimos. Yo no pagué ni fertilizantes y no sé cómo voy a pagar, si no me compran el té”, describió Lizzniez sobre la situación actual de su chacra y la de muchos tealeros misioneros.
Así se entiende que los productores acepten precios menores, “antes de tirar los brotes, pero eso es un negocio, y la Coprote debe accionar ahí, exigiendo que se cumpla el precio”.
Consultado sobre los ánimos de los productores, Lizzniez no matizó lo que había visto y reveló: “querían salir a trancar (cortar) rutas y secaderos, y si perdemos, que perdamos todos por igual, y que tampoco cosechen ellos. Desde nuestro punto de vista, yo como productor traté de tranquilizar un poco y no llegar a estas medidas porque terminamos peleando entre vecinos, entre secaderos y productores y el que sale perdiendo siempre es el productor”, subrayó Lizzniez, en diálogo con este medio.
En la reunión de este martes “definimos que se haga cargo el ministro, que se haga cargo la provincia. Y el gobernador se tiene que jugar por su productor. Porque (la Renovación) tuvo más del 60 por ciento de los votos (en mayo) Hoy son responsables de los productores misioneros. Así como siempre se escucha ‘que (defienden al) productor misionero’, bueno le pedimos que se jueguen por el productor ahora, que se jueguen por el productor de verdad, porque estamos tirando el pan de nuestros hijos”, sentenció Lizzniez.
“Es el compromiso que asumió el ministro, que ellos van a hacer las gestiones lo antes posible porque estamos desesperado para entregar (los brotes de té)”, reiteró el productor, insistiendo en que, por el tipo de cosecha, en los teales urge la venta de las producciones.
Según el productor tealero, el conflicto con la venta del té comenzó alrededor del 15 de diciembre del año pasado, cuando los secaderos “nos empezaron a decir: ‘no, la otra semana tráeme té’. Pero el té ya estaba a punto, una semana después, el brote de té está pasado de centímetros, y ahora en el secadero te dicen el té está grande. Pero fue una estrategia también de los secaderos de donde ustedes saben que en quince días, el té que no coseches, está pasado”, analizó Lizzniez.
Respecto del monto de cosecha que podría perderse si no llega a colocarse en secaderos, Lizzniez comentó que es un volumen muy importante. “Gente de Aristóbulo elevó una nota de todos los productores: se hizo un relevamiento de cuánto tienen para sacar y si no lo pueden sacar para la semana que viene, se tira aproximadamente 3 millones de kilos de hoja verde. Es mucho”, sintetizó.
Sobre el final de la entrevista, Lizzniez volvió a abordar el problema de la prohibición del glifosato impulsada por el expresidente de la Legislatura Carlos Rovira y el oficialismo renovador, cuando los bioinsumos y bioherbicidas que promueve la provincia, no están homologados en Estados Unidos y no lo estarán por lo menos hasta el 2026 o 2029.
“Nosotros queremos que se solucione. Por eso también le pedimos al ministro y a los diputados que vuelvan a tratar eso y que no nos prohíban algo hasta que no haya (otro producto) A nosotros nos prohibieron el uso de glifosato en Misiones, que sería la única provincia en Argentina que no puede usar, y no nos dieron una alternativa de uso”, planteó Lizzniez, apuntando a que los bioinsumos de Agro Sustentable no están aprobados por las comisiones reguladoras de Estados Unidos.
Según el productor, los colonos tealeros quieren que en el gobierno y la legislatura provincial “se retracten, que se retracten por escrito, que le digan a Estados Unidos, que en Misiones se sigue usando glifosato hasta que ellos terminan de analizar este producto (los bioherbicidas) para ver si funciona o no funciona para la próxima venta. A nosotros nos usan como un conejillo de Indias, nos dicen ‘prueben’ y nadie está probando (en el mundo), porque nadie te dice que funciona”, puntualizó.
Finalmente, Lizzniez aclaró que es muy posible que los productores desobedezcan la norma que prohíbe los agroinsumos químicos, hasta tanto los bioinsumos no estén apropiadamente aceptados por los compradores internacionales (EEUU y Europa) “Yo no usé ese producto (los bioherbicidas) así que no sé si funciona o no. Sigo usando glifosato porque si me atraso con la limpieza va a ser peor, me invaden la maleza y voy para atrás. Por más que prohíban en 2025, nosotros vamos a traer de otro lado y vamos a usar (glifosato) seguro. Vamos a tener que pelear”, concluyó.