El 16 de julio de cada año se celebra la festividad de la Coronación Pontificia de la Virgen de Itatí, una fecha muy especial para los fieles correntinos y devotos de toda Sudamérica. Este año marca el 121° aniversario de este importante evento religioso.
El Santuario de Itatí, ubicado en la provincia de Corrientes, es reconocido como uno de los santuarios más destacados de América. Cada año, alrededor de 2 millones y medio de fieles provenientes de diferentes países sudamericanos acuden a la gigantesca Basílica para expresar su devoción y amor a la Virgen de Itatí.
La historia de esta festividad se remonta al 16 de julio de 1900, cuando la imagen de la Virgen de Itatí fue solemnemente coronada por voluntad del Papa León XIII. En aquel momento, el obispo Rosendo de la Lastra y Gordillo entregó la corona a la Virgen en el atrio de la Iglesia de la Cruz de los Milagros, ubicada en la ciudad de Corrientes.
La ceremonia de coronación recibió el título de Coronación Pontificia debido a la autorización y bendición del Papa León XIII, quien anteriormente había bendecido la corona durante el Concilio Latinoamericano en 1899. Esta coronación fue un reconocimiento a las virtudes de la Madre de Dios y Madre de la Iglesia, y marcó un hito importante en la historia religiosa de Corrientes.
Es relevante destacar que la imagen de la Virgen de Itatí representa a la Virgen María bajo la advocación de la Pura y Limpia Concepción. La coronación es considerada un acto de devoción y un compromiso de amor por parte de los fieles, quienes se comprometen a amarla, imitar sus virtudes y recurrir a su mediación materna.
En este día tan significativo, los correntinos recuerdan el acto de la coronación y renuevan su compromiso de amor y devoción hacia la Virgen María. El culto a la Virgen de Itatí es una manifestación de fe que permite a los creyentes acercarse a Cristo a través de la mediación providencial de la Virgen María.
La festividad de la Coronación de la Virgen de Itatí es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de la fe y la devoción mariana en la vida de los creyentes, así como para fortalecer los lazos espirituales y comunitarios en la región de Corrientes y más allá.
(Fuente: La República de Corrientes)