Corea del Norte afirmó este miércoles 22 de noviembre haber puesto en órbita su primer satélite espía y prometió nuevos lanzamientos para defenderse de lo que calificó de «peligrosas maniobras militares de sus enemigos».
Según los analistas, si la nave espacial funciona, podría mejorar significativamente las capacidades militares de Corea del Norte, entre otras cosas permitiéndole apuntar con mayor precisión a las fuerzas de sus oponentes.
Está previsto que el satélite espía de Corea del Norte inicie su misión oficial de reconocimiento el 1 de diciembre, tras un período de ajustes detallados que durará entre siete y diez días, informó este miércoles el medio estatal norcoreano KCNA.
El satélite, denominado «Malligyong-1», fue lanzado a última hora de este martes en un nuevo cohete portador, «Chollima-1», según la agencia estatal de noticias central coreana (KCNA).
«El lanzamiento de un satélite de reconocimiento es el derecho legal de Corea del Norte para reforzar su derecho a la autodefensa», señaló el informe de la KCNA.
El líder norcoreano Kim Jong Un visitó este miércoles por la mañana el Centro de Control General de Pyongyang de la Administración Nacional de Desarrollo Aeroespacial para recibir información actualizada sobre el estado operativo del «Malligyong-1», el satélite de reconocimiento que Corea del Norte afirma haber puesto en órbita, informó KCNA.
Durante la visita, Kim recibió información sobre los procedimientos de control e imagen aeroespacial, según KCNA.
Kim señaló que Corea del Norte posee ahora tanto los «ojos» como el «puño», que son más eficaces para mejorar las capacidades de las fuerzas y los medios de ataque para la autodefensa.
Ni Corea del Sur, ni Estados Unidos, ni Japón, países todos ellos en creciente tensión militar con Corea del Norte, pudieron confirmar la puesta en órbita del satélite.
Pero Corea del Sur calificó el lanzamiento de «clara violación» de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que prohíbe a Corea del Norte utilizar tecnología de misiles balísticos.
Y este miércoles por la mañana el gobierno surcoreano suspendió parcialmente un acuerdo que tenía con Corea del Norte y que limitaba las actividades de reconocimiento y vigilancia del Sur a lo largo de la zona desmilitarizada (DMZ) que separa ambos países.
El cohete que transportaba el satélite fue lanzado en dirección sur y se cree que pasó por encima de la prefectura japonesa de Okinawa.
El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, condenó el lanzamiento, calificándolo de «situación grave» que «afecta a la seguridad» de la población de Japón, al tiempo que reiteró su compromiso de seguir trabajando con Estados Unidos y Corea del Sur para responder a los lanzamientos de Pyongyang.
En un comunicado este miércoles, el ejército de Seúl dijo que había estado siguiendo los preparativos para el lanzamiento en estrecha cooperación con los EE.UU..
Los destructores Aegis de Corea del Sur, EE.UU. y Japón fueron desplegados para rastrear el lanzamiento y se estaba analizando exhaustivamente la información sobre los detalles del mismo.
El ministro de Defensa de Japón, Hiroyuki Miyazawa, declaró que su país seguía intentando determinar si el satélite norcoreano había alcanzado la órbita.
(Fuente: CNN)