Así lo afirmó el activista ambiental de Misiones, Raul Bregagnolo, en diálogo con Radio Up 95.5, luego de que el último fin de semana se viralizara un video donde se observan espumas sobre aguas del río Paraná, presuntamente de fluidos químicos arrojados por una fábrica papelera situada a la orilla del río que atraviesa toda la provincia.
“Esto no es nada nuevo. Vi el video y varias personas ahí de la zona de Capioví y Puerto Rico estaban avisando enojados porque los ecologistas no estaban presentes”, comentó.
“A los que pude, les dije que hay que comunicarse y hacer una denuncia a la Policía porque tanto ellos como Gendarmería y Prefectura tienen un convenio con el Ministerio de Ecología, y deben actuar ante estas situaciones”, explicó Bregagnolo.
El ambientalista se lamentó por un nuevo caso de contaminación, algo que según reafirmó “no es nada nuevo a pesar de que tenemos un digesto jurídico ambiental precioso. Creo que tenemos las mejores leyes en Latinoamérica. El gran problema es la falta de cumplimiento de estas leyes”, señaló.
Bregagnolo comentó que todo aquel que ha navegado esas aguas, como los pescadores que siempre circulan por esa zona, están acostumbrados a esa espuma.
“Eso es lo menos tóxico, lo menos contaminante y lo visual. A veces hay malos olores también, pero tenemos una sociedad muy mansa y una dirigencia y funcionarios que son muy mansos”, dijo Bregagnolo.
El ambientalista no escondió su preocupación y cargó contra la quietud de los funcionarios: “me preocupa la mansedumbre en el momento de actuar”.
Si bien el Ministerio Ecología ya tomó cartas en el asunto y comenzó con las investigaciones y análisis correspondientes, Bregagnolo resaltó que la empresa involucrada debe cargar con las consecuencias.
“No es admisible que una empresa de semejante trayectoria, que tiene altísimo movimiento en distintos lugares del Cono Sur, siguan haciendo este tipo de cosas. Se sigue permitiendo, mirando para el costado ante situaciones que no deberían suceder. Hoy ya no debería haber una sola industria sucia, no se debería permitir que nada se arroje al río”, afirmó.
De igual manera, señaló que “hay co-responsabilidades en cada uno o en gran parte de los ciudadanos. Es una responsabilidad absoluta que no se permitan este tipo de situaciones y tiene que haber un control mayor y estricto de los funcionarios que están a cargo del saneamiento, por ejemplo, en Posadas”.
A su vez, amplió el foco a toda la provincia e indicó que “debemos ser absolutamente rigurosos y lo bueno es que la gente sí está denunciando”
“Es tiempo de exigir a las grandes empresas una gran regalía por el daño permanente que han hecho en la provincia de Misiones. Debería haber de una vez por todas una recomposición de ambientes que han sido dañados y ponerle un límite”, comentó Bregagnolo.
Según indicó el ambientalista, este tipo de reclamos son parte a su vez de una campaña que viene realizando desde la Mesa Socioambiental Misionera.
“Hay que reconvertir de una vez por todas a Misiones y empezar a ponerle límites. Seguimos priorizando a los de afuera que vienen a reventar nuestros suelos, a reventar nuestros bienes naturales y le tenemos que dar beneficios”, dijo Bregagnolo.
Y dejó un mensaje directo a la clase política misionera: “Señor Gobernador, señores legisladores, es tiempo de reaccionar y empezar a defender en serio a los misioneros, porque estamos en una situación crítica”.
Por último, Bregagnolo se refirió a la búsqueda de un equilibrio entre fomentar el desarrollo de la provincia y el asentamiento del sector industrial en la misma.
“Así como venimos caminando la historia en estos últimos 50 o 70 años, estamos yendo para atrás. Estar desarrollados es que no haya gente con hambre, que no haya gente pobre. Sí, que haya alimentos para todos, que la provincia no tenga que importar el 70% alimentos, si, que la provincia de Misiones no tenga que tener más del 10% de su superficie en manos de una empresa extranjera”, expresó.
“Buscar el equilibrio me parece que es implementar un nuevo modelo productivo que apueste a que la gente que vive en la chacra plante, siembre, genere alimentos y que haya un mercado que permita que ese alimento sea consumido, primero, por ese mercado y distribuido entre los misioneros y no tengamos que traer comida de afuera”, indicó Bregagnolo.
“Hay que ser un poco egoístas y fomentar ese ‘Misionerismo’ del que tanto se habla”, completó.