El poder adquisitivo de los salarios sigue en caída, a pesar del descenso de la inflación y las actualizaciones salariales.
Según el último informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), para recuperar lo perdido en los últimos 14 meses, los sueldos deberían aumentar en promedio $1.433.608.
El informe toma como referencia la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE), que en enero de 2025 alcanzó los $1.234.658,40.
Aunque ese monto representa un aumento del 2,6% frente a una inflación del 2,2%, todavía se encuentra un 1,1% por debajo del nivel de noviembre de 2023.
Además, al comparar con la canasta de 2017/2018, los salarios actuales están un 5,5% por debajo de los valores de referencia.
Esto explica por qué, a pesar de ciertos incrementos nominales, los trabajadores siguen sintiendo que el dinero no alcanza.
El presidente Javier Milei ha asegurado que los salarios han comenzado a ganarle a la inflación, basándose en los datos del RIPTE.
Sin embargo, este indicador no contempla los montos no remunerativos ni refleja con precisión la evolución de todos los salarios registrados, según señalan economistas y organismos oficiales.
El impacto en el consumo masivo es evidente. Febrero marcó el 15° mes consecutivo de caída en las ventas, con una contracción del 17% en 2024 en comparación con el año anterior.
Los supermercados y autoservicios registraron una baja cercana al 10% en sus ventas del último mes.
Para sobrellevar la crisis, el 78% de los consumidores declaró haber reducido sus compras en productos esenciales, mientras que el 65% optó por cambiar marcas reconocidas por opciones más económicas.
A esto se suma que el 34% del volumen de ventas en supermercados en el último trimestre se realizó bajo promociones, lo que evidencia una tendencia de compra más cautelosa.
El aumento en los costos de servicios y transporte también contribuyó a que las familias tengan menos dinero disponible para el consumo masivo, profundizando la caída de las ventas.
Desde la asunción del gobierno de Milei, se han perdido 169.859 puestos de trabajo registrados: 118.019 del sector privado y 51.840 del sector público.
El único sector que mostró crecimiento fue el monotributo, con 37.362 nuevas inscripciones.
Sin embargo, esto no compensa la pérdida de asalariados en el ámbito privado y público ni en el empleo doméstico.
Además, en diciembre se registró una caída en el número de monotributistas sociales, en el marco del proceso de reempadronamiento obligatorio impulsado por el Gobierno y el fuerte incremento en la cuota del monotributo.
Con salarios deprimidos, consumo en baja y destrucción del empleo registrado, el panorama económico sigue siendo desafiante para los trabajadores.
Mientras el Gobierno sostiene que los sueldos comienzan a recuperar terreno frente a la inflación, los datos de consumo y empleo revelan una realidad diferente.
A poco más de tres meses de gestión, el impacto de las políticas económicas en la vida cotidiana de los argentinos sigue generando debate, con la expectativa puesta en los próximos meses y en las medidas que puedan cambiar esta tendencia.
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Fuente: (Noticias Argentinas)