Con el fin de las clases y la llegada de los meses más calurosos, los niños comienzan a disfrutar de actividades acuáticas y crecen las horas de juegos en el agua y bajo el sol. La conjuntivitis se presenta como tema recurrente en la temporada estival. Puede tener origen viral, bacteriano o alérgico.
La conjuntivitis es una inflamación de la membrana transparente entre el párpado y el globo ocular. Esta membrana se llama conjuntiva. Cuando los pequeños vasos sanguíneos de la conjuntiva se hinchan e irritan, se hacen más visibles. Esto es lo que hace que la parte blanca del ojo se vuelva rojiza o de color rosa.
“La conjuntivitis es una inflamación de las conjuntivas, es decir de la fina membrana que cubre la parte blanca del ojo y también a los párpados por dentro”, explicó el médico del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Austral Natanael Serrano (MP 552.757), quien destacó que “las conjuntivitis más habituales y particularmente contagiosas son las virales”.
La conjuntivitis la pueden padecer tanto niños como adultos y se presenta con enrojecimiento ocular, edema o hinchazón de párpados, sensación de cuerpo extraño, secreción y párpados pegados que empeoran al despertarse. “Cuando se producen por virus, pueden estar acompañadas por fiebre, faringitis, otitis y secreción nasal”, agregó el médico Natanael Serrano.
La conjuntivitis viral típica no tiene tratamiento. “Se trata de una enfermedad autolimitada, es decir que el paciente se cura espontáneamente en el lapso de cinco días a un mes. Se suelen usar lágrimas artificiales para disminuir las molestias que produce”, indica el especialista.
¿Cómo prevenir la conjuntivitis?
Lávese frecuentemente las manos con agua tibia y jabón por lo menos durante 20 segundos. Si no tiene agua tibia y jabón disponibles, límpieselas con un desinfectante de manos a base de alcohol que contenga como mínimo un 60 % de alcohol.
Lávese las manos después de estar en contacto con una persona infectada o con los artículos que esa persona haya usado; por ejemplo, lávese las manos después de ponerle gotas o pomada en los ojos o después de poner su ropa de cama en la lavadora.
Evite tocarse los ojos si no se ha lavado las manos.
No use los artículos personales que haya usado una persona infectada; por ejemplo, no compartan la almohada, la toallita para bañarse, la toalla, las gotas para los ojos, el maquillaje para los ojos o la cara, los pinceles de maquillaje, los lentes de contacto, los estuches para lentes de contacto ni los anteojos.
(Fuente: Infobae)