Mercedes Omeñuka, la primera mujer que preside la FAIMA en sus 90 años de historia, admitió que la exportación del sector está frenada por el atraso cambiario y los altos costos internos, sobre todo de logística. Además, remarcó que se contrajo enormemente el consumo interno por la caída del salario real de los consumidores.
La importación de productos forestales como fenólicos, la caída en el consumo interno de muebles de madera y el atraso del tipo de cambio, son tres de los problemas que atraviesa la industria maderera, según lo señaló la nueva presidente de Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines, Mercedes Omeñuka, en diálogo con el programa Rx – Realidad Mixta, que se emite por Radio Up 95.5
De acuerdo con la empresaria misionera radicada desde hace años en la localidad correntina de Virasoro, es un enorme desafío personal poder representar a las 28 cámaras de la industria maderera y afines que integran la federación, porque hay una gran variedad de actividades e intereses dentro de la actividad maderera. Y habló de los problemas que está enfrentando el sector que, recientemente, decidió el reemplazo del eldoradense Román Queiroz en la presidencia de la FAIMA.
En diálogo con Rx – Realidad Mixta, Omeñuka comentó que el año pasado la FAIMA “cumplió 90 años y es la primera vez que asume la dirección a una mujer. Me siento honrada con ese cargo. Es una federación que nuclea 28 cámaras de todo el país y es una responsabilidad enorme la que toca, sobre todo porque tenemos una diversidad de cámaras y por lo tanto implica, representar a toda la cadena forestal industrial”, precisó.
Por otra parte, Omeñuka puso de relieve que aumentó la implantación de árboles, con importantes inversiones, pero “hoy por hoy un problema bastante complejo es la accesibilidad, a la materia prima. Pero se ha retomado el ritmo y bastante intenso en reforestar nuevamente. Eso es un buen síntoma”, detalló.
En cuanto a los problemas que afectan al sector, Omeñuka se refirió a la denuncia que había formulado su predecesor, por la invasión de productos laminados del Brasil por la apertura de importaciones. “Sin duda que es un tema que preocupa al sector, como por ejemplo la fábrica de los fenólicos compensados que tiene Román Queiroz y otras empresas, también tenemos en Virasoro”, sostuvo la referente de la FAIMA.
Pero la directora puso de relieve la cuestión de la caída del consumo interno que afecta al sector. “El sector muebles es otra parte también de nuestra cadena foresto-industrial que ya se está viendo afectada básicamente por la caída de salarios (de los potenciales consumidores) Entonces uno tiene que priorizar, entonces del mueble como que pasa a segundo plano en el momento de tomar decisiones, sobre en qué va a utilizar sus recursos. Eso sumado a la apertura de las importaciones está causando preocupación y son temas que tenemos y que se pueden ir sorteando. Son problemas que los estamos ya viviendo y esperemos que las medidas que está tomando el gobierno, empiecen a verse los resultados de manera, no sé si inmediata, pero lo más pronto posible para que el impacto no sea tan fuerte en nuestro sector”, subrayó.
En un tramo saliente de la entrevista, Omeñuka se mostró a favor de una nueva devaluación que haga más competitivos los productos de la foresto-industria que se exportan. “Estamos teniendo una demanda interesante. Es real, solo que como todos sabemos con la inflación que venimos sufriendo, la devaluación (el atraso) del tipo de cambio, no nos favorece y estamos en un punto en que hay determinados productos, sobre todo los que tienen poco agregado de valor, que no los estamos pudiendo comercializar. Por eso, justamente nuestros costos internos están muy altos y básicamente, con nuestro costo, el más representativo es el de logística, no podemos competir con los costos de nuestros vecinos, Brasil y Chile”, explicó la empresaria.
“Entonces, es ahí donde la demanda externa está, pero estamos con números muy acotados. Y teniendo en cuenta la caída del mercado interno, como mencioné”, planteó la titular de FAIMA.
En consecuencia, sobre la cotización de la moneda, “definitivamente tendría que tener una mejora para que ese comercio externo, para que nuestras exportaciones puedan ser un negocio que nos sirve. Hoy por hoy lo que estamos haciendo es tratar de mantener clientes porque es como una conducta que uno tiene que sostener en el tiempo independientemente de las circunstancias. Pero sin duda que con un tipo de cambio mejor nuestras posibilidades también serían otras”, concluyó.