Se trata de los jueces Petrone y Barroetaveña, que si coinciden en su fallo dando a lugar a la apelación contra el sobreseimiento de Cristina Kirchner y sus hijos en la mega causa por lavado de activos, ordenarían que se realice el juicio. La inmobiliaria de los Kirchner reporta ingresos por $385.000 pero maneja inmuebles por 3 millones de dólares, que alquilaba a los empresarios Lázaro Báez y Cristóbal López.
Con los plazos vencidos, se espera que la Cámara de Casación dé a conocer si llevarán a Cristina Kirchner y sus hijos a juicio oral en la causa Hotesur – Los Sauces, una causa por lavado de dinero en la que también están imputados los empresarios Lázaro Báez –condenado en la causa de “La Ruta del Dinero K”– y Cristóbal López.
Con la jubilación de la jueza Ana María Figueroa, ordenada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Daniel Petrone y Diego Barroetaveña, los dos jueces que integran la sala I de la Cámara de Casación Penal podrían definir que la causa sea reabierta y se realice el juicio oral correspondiente, si coinciden punto por punto en su fallo.
A finales de 2021 dos jueces del Tribunal Oral Federal 5 (TOF 5) Daniel Obligado y Adrián Grumberg, resolvieron sobreseer a todos los acusados pese a que había pericias que se estaban realizado y de que se había tomado la decisión de realizar el juicio. Ante esto, el fiscal Diego Velasco, apeló ese fallo absolutorio, decisión que fue sostenida por su par de la instancia superior Mario Villar. Para ambos, la instancia del juicio oral y público es el ámbito ideal para dirimir si se cometió o no delitos de lavado de activos, como sostiene la parte acusadora.
La inmobiliaria Los Sauces SA es una de las empresas más importantes de la familia Kirchner. Su facturación principal provino de dos inquilinos, Lázaro Báez y Cristóbal López, que alcanzaban el 86% de los ingresos de la inmobiliaria. Para la justicia, esta empresa fue apenas una “fachada” o “pantalla”, para el lavado de activos que provendrían de la corrupción.
Una vez constituida Los Sauces SA, la firma comenzó a adquirir propiedades alcanzando inmuebles por un valor total de 3.087.000 dólares, según sostuvo la fiscalía, que consideró probado que fueron “alquileres ficticios”. Para los investigadores la empresa nunca tuvo la intención de funcionar comercialmente, sino que se “montó para realizar operaciones de blanqueo de activos”.
Sin sus principales inquilinos, durante el año 2019 “no se registraron ingresos por alquileres, debiéndose afrontar los gastos de expensas y los impuestos con los fondos existentes al inicio del ejercicio”, indica la investigación de la fiscalía. Al 31 de diciembre de 2019, el estado patrimonial de Los Sauces SA era de 973.009.971 pesos, según indicó Clarín.
Los bienes más valiosos que tiene Los Sauces son los dos departamentos ubicados en Puerto Madero, que fueron alquilados por empresas de Cristóbal López, Inversora M&S y Alcalis de la Patagonia. Esos inmuebles costaban 600 millones de pesos. Como inquilino, el dueño del Grupo Indalo garantizó hasta 2017 ingresos a Cristina Kirchner, por más de 1,7 millones de dólares. Pero, desde que comenzó la investigación judicial y se ordenó el desalojo de esos inmuebles, no se volvieron a alquilar.
Según trascendió en las últimas horas, todas las propiedades administradas por Los Sauces, arrojaron un valor de 953.281.600 pesos. Pero cuatro años después, y dos desde que Máximo Kirchner recuperó la administración de la inmobiliaria, los ingresos de Los Sauces no superan los 385.000 pesos. Así lo reveló el último informe que presentaron ante la Justicia los veedores de la AFIP. No hay nuevos inquilinos, sus principales propiedades continúan vacías y tuvieron al menos tres inmuebles intrusados durante los últimos tres años.
La suerte de esta causa dependerá ahora, en primera instancia, de lo que definan Petrone y Barroetaveña. Si coinciden en sus argumentos, pueden firmar un dictamen siendo mayoría, sin la participación de un tercer camarista, tras la salida de Figueroa. Por estas horas, es una incógnita si coincidirán en su fallo y si ordenarán que se sustancie el juicio, algo que Cristina quiere evitar porque se ventilarían los datos sobre sus actividades con esta inmobiliaria y con Hotesur, en los que se investigan las mismas maniobras: con Lázaro Báez siendo el principal cliente del hotel de la familia Kirchner.
Por otra parte, vale recordar que la ex jueza Ana Figueroa había postergado su voto en la causa más sensible para la vicepresidente de la Nación y especulaba con que lograría el aval del Senado para continuar en su cargo por 5 años más. Pero el oficialismo no consiguió el quorum para aprobar su pliego antes de que cumpla 75 años –la edad jubilatoria– y la jueza había decidido permanecer en su despacho, sin firmar resoluciones ni sentencias hasta conseguir el aval parlamentario.
La Corte Suprema intervino la semana pasada, decretando que Figueroa dejó de ser jueza al momento de cumplir la edad jubilatoria, sin conseguir que le aprueben el pliego que era impulsado por la Casa Rosada y el oficialismo.