De noche, sin permiso y con máquinas pesadas y motosierras, así denuncia la comunidad mbya Takuapí Mirí que una empresa afectó al menos 100 hectáreas de las 558 que componen su territorio, relevado según la ley 26.160.
Si bien la situación fue denunciada en la comisaría local el pasado 26 de agosto, el Mvuruvichá Francisco Silva aseguró que el accionar no se detuvo y fue constatado por funcionarios del Ministerio de Ecología.
Según comentó el líder indígena, tras escuchar “a las 8 o 9 de la noche” el sonido de las motosierras, al otro día se acercó al lugar, distante a unos mil metros de las viviendas, pero “ya era muy tarde, muchos árboles caídos, totalmente destruido, desmontado”.
Puntualmente, el apeo de vegetación nativa ocurrió en los lotes 85, 86, 87 y 88 de un predio de 125 hectáreas, ubicado al suroeste del relevamiento territorial en el que viven tres comunidades, compuestas por 150 familias.
En este sentido, el cacique confió que, luego de la denuncia policial, recorrió la zona junto a funcionarios del Ministerio de Ecología, quienes constataron el hecho y lo dejaron asentado en el acta 7530, fechada el 30 de agosto.
No obstante, en horas de la noche de ese mismo día, “echaron 3 o 4 hectáreas”, denunció Silva, aunque admitió que “ahora pararon”.
La continuidad del apeo motivó un pedido de informe, radicado en la delegación de Eldorado de la cartera ambiental, donde se detalló que, de las 125 hectáreas, al menos 103 habían sido afectadas, mientras que 43 “fueron convertidas a suelo desnudo por tala raza”.
Los trabajos incluyeron “diseño y quema de escolleras, sin dejar faja perimetral de lotes ni fajas protectoras de vertientes, y una violenta extracción de árboles nativos mediante uso de maquinaria pesada”, aseguraron en el escrito.
Consultado sobre los responsables del presunto corte ilegal, Francisco Silva dijo que “acusamos a la empresa Macovalle”, porque, en la recorrida realizada con los funcionarios, “pasamos por un camino que limita y ahí en su terreno estaba la máquina y algunos de los árboles amontonados como para salir”.
“El camino pertenece a Macovalle y no hay manera de que entre una máquina que no sea de ellos, salvo que les den permiso”, apuntó el mvuruvichá.
En la misma dirección, en la presentación le solicitaron al ministro de Ecología, Víctor Kreimer, que de existir el permiso de apeo, remita una copia del expediente a la comunidad.
“Se nos ha informado extraoficialmente que quienes habrían ingresado y llevado a cabo el desmonte serían de la empresa Macovalle, sin que pudiéramos acceder a mayor información, y que estarían autorizados por la autoridad de aplicación a través de una resolución dictada en el marco de un plan de manejo”, sostienen en la presentación.
Asimismo, criticaron que, “de existir, estaría violentando nuestros derechos constitucionales, al no haberse dado debida participación a nuestra comunidad a través de consulta libre, previamente informada y de buena fe”.
No obstante, desde Takuapí Mirí advirtieron que “aún en ese contexto ninguna autorización permite una deforestación de esta naturaleza, pues la reglamentación de Ordenamiento Territorial de Bosque Nativo (ley 26.331/07) en zona verde exige el consenso con pobladores afectados, fajas de selva en torno a vertientes, perímetros de lotes y cursos de agua”.
Por otra parte, los señalamientos de la comunidad mbya guaraní llegaron a la sesión de este jueves de la Cámara de Representantes de Misiones, donde el diputado radical Ariel “Pepe” Pianesi presentó el proyecto de comunicación 63.278 para solicitar al Poder Ejecutivo que informe sobre la situación, el cual fue aprobado por la totalidad de los legisladores presentes.
“Ya está hecho, pero nosotros queremos saber quién fue el culpable y que se detenga porque hizo mucho daño en el monte”, pidió el cacique de Takuapí Mirí y agregó que “ahora empezaron a cortar el pino y lo hacen sobre el arroyo, ensuciando el agua que tomamos y usamos”.
(Fuente: Documento emitido por la comunidad y LVM)