Una investigación coordinada por la Facultad de Medicina de Yale mostró su capacidad para impulsar la función cognitiva y rejuvenecer el cerebro, según un estudio hecho en monos ancianos y publicado en Nature Aging.
Científicos estadounidenses investigaron una prometedora proteína en animales que ayuda al cerebro a no envejecer tan rápido. Se trata de la proteína klotho, relacionada con la longevidad, que pudo rejuvenecer el cerebro y mejorar la función cognitiva en monos ancianos con una sola dosis, según un estudio que publicó Nature Aging.
Los investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale y la Universidad de California en San Francisco (UCSF) sugieren que estos hallazgos podrían representar un avance hacia la traducción clínica de klotho como un tratamiento rejuvenecedor para la función cerebral.
Es que la familia de proteínas klotho, bautizada en homenaje a la parca griega que cortaba el hilo del destino de los mortales cuando les llegaba la hora, es considerada como un factor de longevidad esencial, al promover la liberación de hormonas con efecto rejuvenecedor en el organismo.
Esta proteína, que es secretada principalmente por el riñón y las paratiroides, disminuye con el envejecimiento y antes de experimentarse en monos, demostró que mejora la función simpática, potencia la cognitiva y también prolonga la vida en ratones.
Un equipo coordinado por Stacy Castner de la Facultad de Medicina de Yale, decidió estudiar si klotho tenía efectos similares sobre la cognición en primates no humanos. Para ello, administraron una única dosis baja de klotho (10 microgramos por kilo de peso corporal) a 18 macacos rhesus viejos, de unos 22 años como media de edad.
Los resultados muestran que esa dosis de klotho produce una mejora de la función cognitiva de los primates viejos, medida mediante pruebas que evalúan la memoria de trabajo y espacial, y que estas mejoras persistieron durante al menos dos semanas. Sin embargo, dosis más altas de la indicada no mostraron ninguna mejora cognitiva, indica la publicación.
Al igual que los humanos, los macacos rhesus sufren un deterioro cognitivo inducido por la edad con cambios sinápticos, sin pérdida neuronal significativa, que afectan a regiones cerebrales como el hipocampo y el córtex prefrontal.
En el caso de la función neurológica de esta proteína, se ha comprobado que no solo contribuye a aumentar la longevidad de los animales, sino su capacidad cognitiva y su función sináptica a edades en las que empiezan a deteriorarse.
Los autores concluyeron que estos hallazgos podrían ayudar a desarrollar, en el futuro, una intervención para contrarrestar el deterioro cognitivo en humanos mayores. La cognición es una función cerebral clave que se ve mermada por el envejecimiento y las enfermedades relacionadas con la edad, como la enfermedad de Alzheimer.
Con el envejecimiento de la población mundial, los defectos cognitivos se han convertido en un reto biomédico que requiere intervenciones farmacológicas eficaces.
“Los déficits cognitivos están afectados por el envejecimiento y por enfermedades relacionadas con la edad, como la enfermedad de Alzheimer. En general, el estudio parece tener un enfoque sólido al utilizar modelos animales relevantes como el ratón y primates no humanos de edad avanzada”, explicó Nabil Djouder, jefe del Grupo de Factores de Crecimiento, Nutrientes y Cáncer del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).
“Además, los resultados obtenidos en ratones y primates no humanos sugieren un potencial terapéutico prometedor para el tratamiento de la disfunción cognitiva relacionada con el envejecimiento. Pero sería necesario que este estudio abordara el efecto de klotho en la salud cerebral en humanos. Además, se desconocen los mecanismos moleculares de klotho y cómo actúa para mejorar a nivel fisiológico las funciones cognitivas y la memoria”, agregó el experto.
El prestigioso médico estadounidense Eric Topol, afirmó que las variantes genéticas en klotho protegen contra el Alzheimer, según el trabajo científico, a través de inyecciones de la proteína, que mejora la cognición en primates no humanos de edad avanzada.
“Se han relacionado variantes genéticas en el gen klotho con el envejecimiento humano, y se ha demostrado que la proteína klotho es un factor circulante detectable en suero que disminuye con la edad. Desde esta perspectiva, klotho podría ser un factor importante para mejorar estas funciones y ser un componente crítico en el envejecimiento”, enfatizó Djouder, al sostener que la novedad en este caso radica en investigar su efecto en la función cognitiva y la memoria.
Finalmente, el especialista señaló que los niveles de klotho “aumentan en la sangre después de realizar ejercicio aeróbico”, lo que indica que “el ejercicio físico puede ser una alternativa para contrarrestar los efectos del envejecimiento. Sin embargo, aún se desconoce cuál sería la concentración fisiológica óptima. Por tanto, “podría ser necesario alcanzar niveles más bajos y ‘fisiológicos’ en el cuerpo para lograr un margen terapéutico de mejora cognitiva en los seres humanos”.
Científicos estadounidenses investigaron una prometedora proteína en animales que ayuda al cerebro a no envejecer tan rápido. Se trata de la proteína klotho, relacionada con la longevidad, que pudo rejuvenecer el cerebro y mejorar la función cognitiva en monos ancianos con una sola dosis, según un estudio que publicó Nature Aging.
Los investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale y la Universidad de California en San Francisco (UCSF) sugieren que estos hallazgos podrían representar un avance hacia la traducción clínica de klotho como un tratamiento rejuvenecedor para la función cerebral.
Es que la familia de proteínas klotho, bautizada en homenaje a la parca griega que cortaba el hilo del destino de los mortales cuando les llegaba la hora, es considerada como un factor de longevidad esencial, al promover la liberación de hormonas con efecto rejuvenecedor en el organismo.
Esta proteína, que es secretada principalmente por el riñón y las paratiroides, disminuye con el envejecimiento y antes de experimentarse en monos, demostró que mejora la función simpática, potencia la cognitiva y también prolonga la vida en ratones.
Un equipo coordinado por Stacy Castner de la Facultad de Medicina de Yale, decidió estudiar si klotho tenía efectos similares sobre la cognición en primates no humanos. Para ello, administraron una única dosis baja de klotho (10 microgramos por kilo de peso corporal) a 18 macacos rhesus viejos, de unos 22 años como media de edad.
Los resultados muestran que esa dosis de klotho produce una mejora de la función cognitiva de los primates viejos, medida mediante pruebas que evalúan la memoria de trabajo y espacial, y que estas mejoras persistieron durante al menos dos semanas. Sin embargo, dosis más altas de la indicada no mostraron ninguna mejora cognitiva, indica la publicación.
Al igual que los humanos, los macacos rhesus sufren un deterioro cognitivo inducido por la edad con cambios sinápticos, sin pérdida neuronal significativa, que afectan a regiones cerebrales como el hipocampo y el córtex prefrontal.
En el caso de la función neurológica de esta proteína, se ha comprobado que no solo contribuye a aumentar la longevidad de los animales, sino su capacidad cognitiva y su función sináptica a edades en las que empiezan a deteriorarse.
Los autores concluyeron que estos hallazgos podrían ayudar a desarrollar, en el futuro, una intervención para contrarrestar el deterioro cognitivo en humanos mayores. La cognición es una función cerebral clave que se ve mermada por el envejecimiento y las enfermedades relacionadas con la edad, como la enfermedad de Alzheimer.
Con el envejecimiento de la población mundial, los defectos cognitivos se han convertido en un reto biomédico que requiere intervenciones farmacológicas eficaces.
“Los déficits cognitivos están afectados por el envejecimiento y por enfermedades relacionadas con la edad, como la enfermedad de Alzheimer. En general, el estudio parece tener un enfoque sólido al utilizar modelos animales relevantes como el ratón y primates no humanos de edad avanzada”, explicó Nabil Djouder, jefe del Grupo de Factores de Crecimiento, Nutrientes y Cáncer del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).
“Además, los resultados obtenidos en ratones y primates no humanos sugieren un potencial terapéutico prometedor para el tratamiento de la disfunción cognitiva relacionada con el envejecimiento. Pero sería necesario que este estudio abordara el efecto de klotho en la salud cerebral en humanos. Además, se desconocen los mecanismos moleculares de klotho y cómo actúa para mejorar a nivel fisiológico las funciones cognitivas y la memoria”, agregó el experto.
El prestigioso médico estadounidense Eric Topol, afirmó que las variantes genéticas en klotho protegen contra el Alzheimer, según el trabajo científico, a través de inyecciones de la proteína, que mejora la cognición en primates no humanos de edad avanzada.
“Se han relacionado variantes genéticas en el gen klotho con el envejecimiento humano, y se ha demostrado que la proteína klotho es un factor circulante detectable en suero que disminuye con la edad. Desde esta perspectiva, klotho podría ser un factor importante para mejorar estas funciones y ser un componente crítico en el envejecimiento”, enfatizó Djouder, al sostener que la novedad en este caso radica en investigar su efecto en la función cognitiva y la memoria.
Finalmente, el especialista señaló que los niveles de klotho “aumentan en la sangre después de realizar ejercicio aeróbico”, lo que indica que “el ejercicio físico puede ser una alternativa para contrarrestar los efectos del envejecimiento. Sin embargo, aún se desconoce cuál sería la concentración fisiológica óptima. Por tanto, “podría ser necesario alcanzar niveles más bajos y ‘fisiológicos’ en el cuerpo para lograr un margen terapéutico de mejora cognitiva en los seres humanos”.