“La codicia es buena” dice Gordon Gekko, el icónico personaje de Michael Douglas en la película “Wall Street”. Eso también lo podría decir cualquier funcionario de la municipalidad de Oberá. Empezando por su alcalde, Pablo Hassan, quién administra la cosa pública con dos criterios: por un lado, hacer buenas relaciones sociales para desligarse de sus responsabilidades primarias. Y, por el otro, depredar el bolsillo de los contribuyentes. Y, en ambos casos, le está yendo bastante bien.
Mientras pasea por la ciudad a la manera de un turista sacándose fotos y estrechando manos (eso que para los pueblerinos es sinónimo de “ser un buen intendente”), y mientras mantiene alineado al remozado aparato de propaganda digital, Pablo Hassan pone en práctica todo tipo de iniciativas para que el estado comunal recaude.
De día, los funcionarios del estado comunal no paran de recaudar. Y a la noche, cuando se acuestan a dormir, siguen recaudando.
Pero tanta voracidad fiscal no se transforma en mejoras sustantivas acordes a la segunda ciudad más importante de Misiones. Apenas si se convierte en modestas obras presentadas con desmesuradas publicidades.
Para empezar con cualquier intento de progreso real el alcalde debería ponerse al frente del reclamo para conseguir financiamiento para que Oberá y la zona centro tengan una nueva línea de 132 kilovoltios. Sin energía no hay desarrollo y sin energía ponerse a promocionar parques industriales y parques solares se convierte en una venta de humo que intoxica. Hassan debería sacar partido de que el gobernador Hugo Passalacqua está tan bien considerado por el presidente Javier Milei que hasta lo homenajearon con un asado en Olivos por contribuir al “desfinanciamiento de las universidades públicas” (como dicen que sucede desde las propias universidades públicas). Si el estado nacional es el que debe financiar la obra y así de aceitadas están las relaciones entre libertarios y roviristas, ¿cuándo será un momento mejor que éste?
En el Concejo Deliberante casi no entra una iniciativa cuyo fin no sea aumentar la recaudación del estado comunal. Y en la CELO pasa algo similar recordando que, como en la época de Ewaldo Rindfleisch, el municipio y la cooperativa volvieron a formar un tándem que reporta directamente al intendente.
Si sos contribuyente y la guita te la ganás fácilmente está bien que este asunto no te importe mucho. Pero si ganarte el dinero te cuesta deberías empezar a preocuparte.
El intendente Pablo Hassan debe hacer lo que hay que hacer. No lo que quiere hacer. No es lo mismo.
Le dice Gordon Jekko (Michael Douglas) a un joven Bud Fox (Charlie Sheen): “Lo más valioso que hay en el mundo es la información”.
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Walter Anestiades