Desde hace mas de dos años, nos amanecíamos con la noticia de que las tropas rusas habían ingresado a territorio ucraniano, desatando así un conflicto que azota dicha zona hasta nuestros días. De un lado, la desesperación del presidente Putin por volver a la Rusia imperialista, del otro el presidente ucraniano Volodimir Zelensky, desesperado por firmar la anexión de su país a la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) para que sus miembros (EE. UU. incluido) intervengan en un conflicto bélico que se ha prolongado mas de lo que cualquiera de las partes hubiese querido y que hoy por hoy, no parece contar con una finalización por las vías diplomáticas.
Para entender un poco mejor, los conflictos rusos-ucranianos se remontan de larga data. En 1954, el entonces presidente de la Unión de las repúblicas socialistas soviéticas, mejor conocida como la URSS, le cedió el territorio de Crimea (territorio históricamente disputado entre Rusia y Ucrania) sorpresivamente (las malas lenguas comentan que, bajo la influencia de alguna bebida tradicional rusa, nunca lo sabremos). Esto enfureció al comité comunista ruso, pero la decisión ya había sido tomada, Crimea volvía a ser parte de Ucrania. Ya en pleno siglo XXI, en el 2014, Vladimir Putin volvió a la carga por Crimea, y no se le ocurrió mejor idea que volver a reclamar Crimea, pero inteligentemente apeló a las grandes comunidades prorrusas que viven en la zona, de esta manera y con la amenaza de una invasión militar, Rusia volvía a adueñarse de ese territorio, y el capricho de Putin, parcialmente fue saciado. Sin embargo, usted debe entender el porqué, resulta que Crimea es un territorio muy rico en minerales, además, cuenta con el puerto mas grande de la zona, que a su vez es la entrada y salida a la Europa continental, una zona estratégica por donde se la analice.
Debemos comprender que, y como siempre les digo, en la política nada se hace porque si, y tampoco debemos ser inocentes. Ucrania es un país sumamente rico e históricamente ha sido codiciado por varios imperios, el último en codiciarlo fue la URSS, una vez que logró su objetivo de anexarlo, obligó a gran parte de la sociedad ucraniana a exiliarse en distintas partes del mundo, uno de sus destinos predilectos fue nuestra provincia, Misiones, una provincia que en aquel entonces, contaba con todo los recursos para ser correctamente explotada y trabajada, hoy en día, los misioneros gozamos con un crisol de razas, que tiene a la comunidad ucraniana como una de las mas numerosas, esto es para que usted comprenda como, un conflicto que se desarrolla al otro lado del océano, tarde o temprano nos termina salpicando.
Volviendo a nuestros días, Ucrania se encuentra sumido en un contexto digno de un cuento de terror, con todo su territorio siendo atacado día tras día, con una población diezmada, regada de destrucción, muerte y caos por doquier. Desde hace dos años que la invasión rusa no cede y que constantemente amenaza a todo país que intenta intervenir. Tampoco debemos obvia el hecho de que los países miembros de la Unión Europea no se han quedado con los brazos cruzados, ya sea a través de logística, de armamentos o de grandes prestamos, han estado brindando asistencia constantemente a Ucrania, también lo continúa haciendo EE. UU, inclusive con el partido republicano, opositor al gobierno en contra de estas asistencias. Además de esto, los otros vecinos de Rusia miran con temor todo esto, y sospechando que cualquiera de ellos puede ser el próximo invadido.
Las ultimas noticias sobre este infame conflicto tienen que ver con la reciente incursión de tropas ucranianas en territorio ruso, sumando un nuevo e inesperado capitulo a este conflicto que ha desparramado sangre por doquier y que, a partir de esto último, indica que continuará quien sabe hasta cuándo. Esperemos que esto no sea asi y que pronto podamos estar hablando de un conflicto que haya llegado a su fin, y que la paz impere sobre una zona que ya ha sufrido demasiado.
Matías Lezcano…