Se cumplen hoy 100 días de la desaparición del niño Loan Danilo Peña, que fue visto por última vez en el paraje El Algarrobal de la provincia de Corrientes mientras compartía un almuerzo en la casa de su abuela Catalina. La causa tiene más de 10 personas detenidas con diferentes imputaciones, entre ellas encubrimiento, abandono de personas y entorpecimiento de la investigación.
El menor fue buscado en Corrientes, por tierra, aire y agua y en países vecinos por equipos especiales, correntinos, misioneros, de las fuerzas nacionales e internacionales. Desde hace más de 80 días se encuentra activa la alerta Sofia para la búsqueda internacional del menor, pero salir del país sin controles sigue siendo fácil. La causa se encuentra intervenida por la justicia federal con sede en Goya.
Aprendimos nombres como Maria, José, Catalina, Camila, Micaela, el matrimonio Pérez y Caillava, Fierrito y Millapi, Laudelina y Benítez, Macarena, el comisario, el cura, el intendente, la maestra; aprendimos nombres de abogados, de peritos de parte, de estrategias de búsqueda. 100 días en los que la búsqueda del menor nos atravesó como sociedad, pero sobre todo nos hizo pensar en la corrupción, la injusticia, la trata de personas, en la desidia y sobre todo en la pobreza.
No hablamos de la pobreza material (que es mucha y abunda tristemente en nuestro país) sino de la pobreza espiritual y estructural en la que viven miles de familias en el país y de la cual la familia Peña, no se salvó. Una pobreza que solo se alivia con la esperanza de encontrar al niño, de encontrarlo sano y salvo.
Aparecieron oportunistas, surgieron quienes quisieron ocupar el caso como un salvataje político, aparecieron familiares con el corazón destruido y con la mirada perdida de la preocupación y el abandono.
En 100 días pasaron periodistas, vecinos, perros, abogados, familiares, amigos, curas, psicólogos, abogados famosos, por el barro, por el “kilometro cero” o por “el naranjal” que no tiene más naranjas, se borraron pruebas y otras se plantaron. Un caso que parecía perfecto, que fue trata, que fue un accidente, que fue abandono de personas y que incluso tuvo el personaje del “Pomberito” o de radiografías para “las panzas de los animales”. Todos indicios para hacerlo desaparecer un poco más y que sea difícil y porque no imposible encontrarlo
Por otro lado, Loan si apareció en nuestras charlas, en nuestros mates cotidianos, en nuestras redacciones, en los cafes, en los carteles en las estaciones de servicio. Loan nos atravesó, un poco nos cambió, nos hizo prestar atención en cómo cuidamos a nuestros niños, nos hizo dudar de si los medios estábamos haciendo bien el trabajo o si estábamos haciendo mal.
Loan en su pequeñez, nos enterneció con su acordeón jugando a ser músico y dueño de grandes escenarios, pero lastimosamente hoy podemos decir que solo esperamos justicia y que Loan aparezca con vida, sano y salvo, para seguir jugando con sus autitos, o con el acordeón, en su pueblo de 9 de Julio.
Ojalá no hagan falta otros 100 días más para saber que pasó con Loan Danilo Peña, y no se termine convirtiendo en una Sofia Herrera, Maria Cash y muchas otras personas desaparecidas en Argentina.
Carolina Kelm…