Luego del impacto de un buque carguero y el posterior derrumbe del cruce Francis Scott Key, autoridades portuarias trabajan en colaboración con las empresas afectadas para minimizar el impacto de la situación y encontrar soluciones alternativas a una potencial crisis.
El colapso del puente Francis Scott Key, provocado por el impacto de un portacontenedores, ha desencadenado una crisis económica en el puerto de Baltimore, Estados Unidos, con consecuencias de alcance nacional.
Baltimore figura entre los puertos más cruciales de Estados Unidos en la costa atlántica, manejando un tráfico de mercancías valuado en 80.000 millones de dólares provenientes del extranjero en 2023. Esta vía es esencial para el medio oeste del país y vital para el transporte de automóviles.
La autoridad portuaria confirmó la suspensión del tráfico marítimo hasta nuevo aviso, aunque las operaciones terrestres continúan. Sin embargo, el tiempo que perdurará esta interrupción sigue siendo incierto.
“En estos momentos no sabemos cuánto tiempo el tráfico de navíos será suspendido”, indicó la autoridad portuaria en un comunicado.
Desde el incidente, numerosas embarcaciones que tenían como destino Baltimore han debido desviarse hacia otros puertos o anclar en la bahía de Chesapeake, generando congestiones en puertos cercanos como Annapolis.
Complicaciones similares afectan a empresas de cruceros como Norwegian Cruise Line, que ya están buscando alternativas para sus rutas. Carnival Cruise Line, por ejemplo, tenía programada una parada en Baltimore este domingo.
El puerto de Baltimore, el decimosexto en actividad en Estados Unidos, es uno de los tres en la costa este que puede recibir los mayores cargueros del mundo. Con cinco terminales públicas y 12 privadas, maneja una variedad de productos que incluyen carbón, contenedores, acero, pulpa y automóviles.
En 2023, el puerto registró un récord de 52,3 millones de toneladas de carga extranjera, valorada en 80.000 millones de dólares. Empresas como Volkswagen, General Motors, Stellantis, Toyota, Nissan y Volvo confían en sus muelles para importar y exportar vehículos.
John Bozzella, presidente de Alliance for Automotive Innovation, expresó su preocupación por el impacto del accidente en el transporte de automóviles, destacando la importancia de Baltimore como puerto principal en esta industria.
“Baltimore es el principal puerto de automóviles de Estados Unidos y estamos en contacto con funcionarios federales para ayudarles a entender el tamaño de las operaciones del automóvil ahí”, indicó Bozzella.
Stellantis y otros fabricantes están desarrollando planes de contingencia para asegurar el transporte de vehículos, aunque algunos como GM y Toyota esperan que el impacto sea mínimo.
El puerto también manejó más de 1,1 millones de contenedores TEU (twenty-foot equivalent unit o unidad equivalente a 20 pies) en 2023, superando el récord previo a la pandemia. Además, es vital para el transporte de maquinaria pesada hacia el medio oeste, siendo una pieza clave en la industria agrícola y de construcción de Estados Unidos.
Por otra parte, el puerto emplea 15.300 personas, pero casi otras 140.000 dependen de su actividad por lo que el presidente del sindicato de estibadores locales, Scott Cowan, declaró al periódico The Baltimore Sun que la suspensión del tráfico marítimo será “catastrófica”.
Además, el puente colapsado formaba parte de la autopista interestatal 695, un corredor clave para el transporte de mercancías y pasajeros.
Las autoridades del estado de Maryland han advertido que los camiones que transportan materiales peligrosos no pueden utilizar las rutas alternativas principales y deben desviarse al oeste de Baltimore.
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Suspendida la búsqueda de supervivientes
Tras una búsqueda contra reloj que duró casi todo el día, la Guardia Costera de Estados Unidos dio por muertos a los seis trabajadores desaparecidos tras el colapso del puente y suspendió a las 19.30 hora local (23.30 GMT) las labores de búsqueda de supervivientes.
“Basándonos en el tiempo que llevamos en la búsqueda, los extensos esfuerzos de búsqueda que hemos puesto y la temperatura del agua, no creemos que vayamos a encontrar vivo a ninguno de los individuos”, explicó en una rueda de prensa el comandante de la Guardia Costera Shannon Gilreath.
Hasta el momento las autoridades solo han confirmado la nacionalidad guatemalteca de dos de las víctimas.
Se trata de un hombre de 26 años originario de San Luis (Petén) y otro de 35 años de Camotán (Chiquimula), anunció el Ministerio de Exteriores de Guatemala.
Otra de las víctimas sería el hondureño Maynor Sauzo, según informó su familia a la cadena NBC, aunque el Gobierno de Honduras todavía no lo ha confirmado.
El consulado de México también está intentando verificar si hay ciudadanos mexicanos entre las víctimas.
(Fuente: Infobae)