Se trata de la mujer que formuló la denuncia por una irregularidad en uno de los productos que compró en un histórico comercio de la avenida Uruguay. Una inspección bromatológica detectó falencias y la justicia clausuró el local.
El pasado 9 de noviembre, el Tribunal de Faltas N°3 de Posadas, a cargo de la jueza Bettina Balbachán decidió clausurar la reconocida panadería, ubicada sobre la avenida Uruguay de Posadas, luego de que una inspección de la Dirección General de Control Alimentario y Fiscalización Urbana, había notificado a la casa de panificados que se le labró infracciones por falta de “higiene y seguridad en la elaboración, conservación y venta de productos”.
A raíz de esta clausura, que estaría vinculada la aparición de productos exhibidos en góndola con la fecha de vencimiento expiradas, se generó un conflicto con la persona denunciante, que a la vez es inspectora de Control Alimentario. Es que la mujer radicó una denuncia ante la comisaría y ante la fiscalía de turno, por supuestas amenazas y agresiones verbales en su contra. La inspectora solicitó la prohibición de acercamiento contra el abogado del propietario de la panadería en cuestión, y contra la esposa del empresario.
Fuentes de Radio Up 95.5, en estricto off-the-record para evitar represalias, contaron que la inspectora compró una torta en mal estado, el 1 de noviembre y ese mismo día dio aviso a sus superiores y se realizó la denuncia por escrito. La denunciante sólo habría participado de una de las inspecciones, porque rápidamente se supo que ella misma había radicado la denuncia. Desde luego, la clausura no se habría basado en la situación particular de la torta “vencida”, sino en las supuestas infracciones detectadas.
De acuerdo con las fuentes, se detectaron muchas irregularidades de infraestructura, desorden y hasta insectos (cucaracha), lo que, supondría un riesgo sanitario.
Asimismo, las fuentes consultadas aseguraron que los controles se realizan por rutina, por denuncia y con cada renovacion de la habilitación bromatológica, que suelen tener un plazo de un mes, aproximadamente. Y se trata de realizar inspecciones de rutina periodicamente y por denuncias anónimas –o no– de cuidadanos, que son muchísimas en Posadas.
La habilitacion de un comercio de alimentos comienza en la Direccion de Habilitaciones Comerciales. A los comercios, se les pide una serie de documentaciones y luego van pasando por varias direcciones y cada una hace su inspeccion correspondiente. Se les deja boletas de inspeccion solicitando cosas con plazos o dandole el visto bueno. Eso va al expediente de habilitacion. Una vez que cumplan con todos los requisitos, se les habilita. Luego se trata de controlar con inspecciones de rutina antes del vencimiento de la habilitacion o si surgen denuncias, tambien se realiza inspeccion, según confiaron las fuentes consultadas sobre cómo se llevan a cabo los controles.
En el marco de la clausura del comercio, que derivó en una protesta de los cerca de 60 empleados de la firma, este lunes, según confiaron fuentes al tanto del conflicto, la inspectora se encontró a la salida de su trabajo, con dos personas que la habrían insultado en la calle. Los presuntos agresores hicieron alusión a su denuncia contra la panadería. Ante esto, la mujer decidió regresar a su oficina y hablar con un superior, para luego radicar la denuncia en la comisaría jurisdiccional (sería la Seccional 1ra.) y tambien en fiscalía de turno.
En la denuncia, la mujer sostiene que alrededor de las 10 hs., “fui interceptada por dos personas que estaban hablando con la seretaria de salud. Eran un abogado (de la empresa) el señor Fernando Acosta y la mujer del dueño, la señora Claudia Wuolko, y cuando salen de la oficina me vieron afuera en el pasillo me volvieron a insultar (…) con esta situación ahora tengo mucho miedo de andar por la calle sola o con mis hijos y que estas personas me estén interceptando”.
En la exposición policial, la inspectora pide a la justicia la prohibición de acercamiento contra las dos personas mencionadas, es decir, el abogado y la esposa del dueño de la histórica panadería momentáneamente clausurada.
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