La bailarina Dulcinea Rodríguez denunció públicamente al director del ballet del Parque del Conocimiento en Misiones por acoso laboral y su post se hizo viral. Junto a ella, otras ocho integrantes del cuerpo de danza del Centro cultural que funciona bajo el mando de la exdiputada y exministra renovadora, Claudia Gauto, ya habrían presentado denuncias en la dependencia interna, en el Ministerio de Trabajo y en la Comisaría de la Mujer, sin embargo no recibieron respuesta alguna hasta este viernes 20 de octubre.
El pasado jueves 12 de octubre la bailarina denunció públicamente al director del ballet del Parque del Conocimiento (Misiones), “por acoso y maltrato laboral”. En el post, que tuvo amplia repercusión en la comunidad artística, Rodríguez denunció falta de respuestas del Ministerio de Trabajo, de las autoridades de la compañía de danza y pidió medidas de protección para los bailarines que permanecen en la compañía.
En diálogo con la Redacción de Radio Up 95.5, la artista de nombre literario brindó detalles de la denuncia presentada en distintos organismos y comentó sobre el estado de situación de la causa iniciada hace ya unos meses.
“Hago un llamado a la solidaridad y espero que se tomen medidas para el cese de la violencia contra la mujer, el acoso y el maltrato en el ambiente laboral y de la danza”, indicó Rodríguez en el post y relató: “Nueve personas que denunciamos maltrato fuimos removidas de nuestro lugar de trabajo de forma ‘provisoria’ mientras que, desde agosto de 2022, estas situaciones están en ‘investigación”.
Como consecuencia directa de las denuncias previas realizadas en los canales pertinentes, la bailarina comentó que, actualmente, está sin bailar y que el denunciado fue “premiado” con el cargo de director del ballet. “¿Hasta cuándo el ambiente de la danza va a estar dirigido por personas que nos enferman tanto física como psicológicamente? Tengo miedo que esto siga ocurriendo con pares y, aún peor, con menores de edad que siguen bajo su poder”, cuestionó Dulcinea.
“Había un temor generalizado hacia él antes de su llegada”
La artista de 30 años es oriunda de Paraná (Entre Ríos), pero forma parte de la compañía desde 2014, habiendo accedido por audición y desde entonces vive en Posadas.
Consultada por el inicio de las situaciones de acoso por parte del actual director del ballet, Rodríguez relató a un diario paranaense: “Durante la pandemia trabajamos en dos burbujas y trajeron a esta persona, pues una maestra se excusó en que precisaba ayuda, pero sabíamos que venía a quedarse con el puesto de director” y agregó, “Él ya tenía antecedentes de violencia, por lo que había un temor generalizado hacia él antes de su llegada. En noviembre de 2022 viví personalmente situaciones que confirmaron estos miedos”.
En este sentido la bailarina y docente comentó que el denunciado la acosó al tocarla sin su consentimiento e incluso ingresó a un cambiador privado cuando ella estaba probándose un vestuario: “Es violencia contra la integridad física y la intimidad, pero los comentarios que recibí fue que ‘los bailarines se cambian entre todos’ e incluso me expresaron que ‘es como una orgía’, pero él no tiene por qué abrir una puerta para verme”.
Previo a tomar medidas más extremas en el marco legal, Dulcinea hizo una denuncia en el Ministerio de Trabajo junto a otros colegas, pero no recibieron respuestas e incluso “hay varios más que vivieron situaciones desagradables con este hombre, pero hay un miedo generalizado a perder el trabajo y no quieren arriesgarse a hablar”, comentó la bailarina.
Rodríguez detalló que junto a esta denuncia colectiva, se solicitó un pase de área y especificaron que el motivo fue por maltrato: “Los que estábamos en el ballet no aguantábamos más la situación. En lo personal estuve bastante deprimida, con ataques de pánico, no estaba bailando y llegué a un punto que ni siquiera me cambiaba o me peinaba para la clase. Además, me enfermaba mucho, psicológicamente estaba mal y fue un momento terrible”, relató.
Sin respuestas
Tras hacer este pedido, tanto Dulcinea como los nueve denunciantes fueron trasladados a otras áreas en forma provisoria, con la promesa de las autoridades de que se investigaría la denuncia y se haría un sumario administrativo: “Coincidimos que estaba bueno que se iniciara una investigación, porque es raro que nueve personas que denuncien maltrato en el espacio laboral sean removidas y no la persona denunciada”. No obstante, las medidas del Ministerio de Trabajo nunca llegaron y el denunciado no fue sancionado ni investigado, tampoco hubo respuestas por parte de la tampoco hubo respuestas por parte de la denuncia realizada en la Comisaría de la Mujer en Posadas.
“El proceso fue muy lento y desgastante, lo que te lleva a querer dejar de bailar”, comentó Rodríguez y aclaró que en este momento está sin bailar: “Fui castigada en el sentido de que pedí cambio de área por maltrato y pedí una solución, pero yo quiero seguir bailando y no lo estoy haciendo, doy clases para adultos y esporádicamente bailo pero danzas no clásicas. En síntesis, no estoy haciendo la actividad para la que fui contratada y que motivó a mudarme a otra provincia» y agregó: “Estoy a la mitad de mi carrera con 30 años y hoy está totalmente cortada. En Misiones tengo mi vida, mi familia y la verdad es que no poder bailar me está destruyendo psicológicamente, estoy muy mal”.
“Tengo miedo de perder mi trabajo y es probable que suceda mi despido”
Al ser consultada por las expectativas en torno a su situación laboral, la bailarina expresó: “Realmente tengo miedo y me duele escuchar que se diga que me fui por una cuestión de ego pero hice todo esto cuando tenía el rol principal y, al poner un freno al acoso, me sacaron papeles principales. Cuando pedí explicaciones, esperaba motivos técnicos o artísticos, pero recibí criterios caprichosos. Yendo a la lógica, no fue casualidad. Hoy tengo miedo de perder mi trabajo y es muy probable que suceda mi despido”.
Dulcinea remarcó que decidió denunciar públicamente, también por las personas que permanecen en Parque del Conocimiento y no pueden alzar la voz por miedo: “No quiero que pase más y ese es mi pedido. No quiero que le pase a mis alumnas o a la gente que está allí” y cuestionó: “¿Dónde están los canales de protección? Fui acosada, pedí irme por el maltrato que recibía, me movieron y sigo en situación provisoria, por lo menos que me dejen estable y me den respuestas, ¿Qué está pasando desde lo administrativo que no se hizo nada? ¿Cómo las denuncias quedaron sólo en eso cuando estos organismos deberían protegernos?”.
Destacó además el recibimiento que tuvo su denuncia a nivel social dentro de la comunidad de la danza a nivel nacional: “La repercusión fue increíble y agradezco la solidaridad de toda la gente que compartió la denuncia, porque es un montón. Recibí gran cantidad de mensajes con testimonios de personas que vivieron cosas similares y fue muy fuerte porque era lo mismo que pasé yo o mucho peor, lamentablemente. Al escuchar tantos testimonios iguales no lo pude creer y cada vez me escribe más gente porque en la comunidad de la danza todos saben quién es y me hace preguntarme hasta dónde puede llegar una persona así, con poder, sin que se haga nada. No me siento bien pensando que hay jóvenes en manos de una persona que no está capacitada y remarco esto: hay que implementar más control”.
“Me soltaron la mano”, expresó Dulcinea, “aposté y decidí quedarme en Misiones pese a que tenía otras propuestas en otros lugares, pero acá veía un futuro y me encanta la ciudad, la compañía, la provincia, todo. Era muy feliz, ¿cómo puede ser que la llegada de una persona arruinara tanto? Pero me parece más grave preguntar, ¿cómo puede ser que nadie haga nada?”.