Más de 10 mil visitantes disfrutaron del Parque Nacional, mientras que la ocupación hotelera alcanzó más del 90%. Se espera que el flujo de visitantes se mantenga durante el resto del fin de semana.
La Semana Santa en Iguazú es un éxito, la ocupación hotelera supera el 90 por ciento y con varios alojamientos completos. Este intenso movimiento se vio reflejado en la cantidad de visitantes en Cataratas y en las filas para ingresar a Foz de Iguazú, donde por los controles migratorios muchas personas debieron esperar en la fila al menos dos horas. Cataratas recibió hoy 10.521 turistas y se espera un movimiento similar para mañana.
El Viernes Santo registró un aluvión de turistas a primeras horas. Ya al momento de la apertura del área protegida, las filas eran imponentes y se produjo una demora de entre quince minutos y media hora, dependiendo de si el visitante fue previsor y adquirió el ticket con anticipación. Aquellos que arribaron sin ticket debieron hacer doble fila: para la compra y en el sector de molinetes para el acceso.
Más tarde, debido a la gran cantidad de turistas que arribaron al Parque Nacional Iguazú en su vehículo particular, a las 11.20 se emitió un alerta por posible aplicación de retén.
Minutos más tarde debió ponerse en práctica el protocolo de visitas multitudinarias debido a que se completó el estacionamiento del área protegida que tiene una capacidad para albergar cerca de 2.000 vehículos.
Leé también: Un altar bajo las estrellas | La misa de San Ignacio y su encanto nocturno
Desde el mediodía aproximadamente todos los visitantes que llegaron a Cataratas debieron hacerlo en taxis, remises o transporte público de pasajeros.
Pese a la gran afluencia de visitantes, los circuitos no colapsaron y las pasarelas registraron un movimiento fluido, según explicó Ángel Palma, presidente de la Asociación de Guías del Parque Nacional Iguazú.
La gran afluencia de visitantes esta Semana Santa también provocó largas colas en la zona de frontera, no sólo del lado argentino, sino que la falta de personal para el control migratorio del lado brasileño hizo que se registraran demoras de al menos dos horas para el ingreso al vecino país.
La queja de los guías nuevamente se hizo sentir sobre todo porque algunos casi perdieron el horario de ingreso al Parque Nacional lado brasileño.
Se espera que haya un movimiento similar para mañana en Cataratas, aunque en la zona de frontera se esperan mayores inconvenientes debido a que regularmente los sábados son los días de más tránsito fronterizo.
(Fuente: El Territorio)