El caso de Germán Kiczka, exdiputado acusado de tenencia de material sexual infantil, ha generado una ola de indignación en todo el país. Gustavo Maldonado, abogado especializado en derecho penal, dialogó con “La Última Rosca” de Radio Up 95.5 y ofreció su análisis sobre el manejo legal y legislativo de este escándalo, señalando las fallas del sistema y el impacto profundo en la sociedad.
“Este caso es un reflejo de cómo las instituciones pueden fallar en proteger a los más vulnerables”, afirmó Maldonado, destacando la gravedad de los cargos y la preocupación por la respuesta tardía de las autoridades.
Además, Maldonado criticó duramente la lentitud con la que se ha manejado el caso, especialmente en lo que respecta a la retirada de los fueros parlamentarios de Kiczka. “Es alarmante ver cómo se ha manejado la situación. La demora en la retirada de los fueros y la posterior fuga de Kiczka evidencian una falta de celeridad que es inaceptable en casos de esta magnitud”, sentenció.
El abogado subrayó que la justicia debe actuar con mayor rapidez y contundencia en situaciones donde están involucrados delitos tan graves como la explotación sexual infantil. “No se puede permitir que los fueros parlamentarios se conviertan en un escudo para evadir la justicia”, insistió, enfatizando la necesidad de reformar los procedimientos legislativos para evitar que situaciones similares se repitan.
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El caso Kiczka no solo ha expuesto fallas en el sistema judicial, sino que también ha generado un profundo descontento en la sociedad. Maldonado destacó que “este tipo de situaciones erosionan la confianza pública en las instituciones y generan un sentimiento de desprotección entre las víctimas”.
Para el abogado, la respuesta de la sociedad y de los legisladores debe ser firme y decidida, exigiendo mayor transparencia y celeridad en la administración de justicia. “La sociedad tiene el derecho de demandar que quienes están en posiciones de poder sean responsables por sus acciones y que la justicia se aplique sin privilegios”, afirmó.
Por último, Maldonado señaló que el caso Kiczka debe servir como una llamada de atención para todo el sistema judicial y legislativo argentino. “Este caso no se trata solo de justicia, sino de proteger a los más vulnerables y de restaurar la confianza en nuestras instituciones”, concluyó.