Pareciera que existieran dos cosas que los misioneros no podemos elegir: el precio del producto más consumido en estos lados como la yerba mate, y a otro partido que ocupe el poder que lleva más de 20 años.
En un país donde se eligen alternativas diferentes en lo nacional, en el contexto provincial se sigue apostando a una oferta partidaria que se ha mantenido como un poder feudal enteramente disfrazado, y el cual ha disimulado la alternancia del poder que en definitiva no termina más que ser más de lo mismo, con nombres que se reciclan continuamente.
Intentamos ser algo que no es. La maravilla del nordeste del país, que no cuenta con números oficiales, con un instituto de estadísticas que no tiene datos propios, donde los informes que se solicitan a organismos provinciales no se comparten o simplemente se archivan, donde no se hacen relevamientos serios o se ocultan datos con el fin de…nadie sabe bien por qué. Pareciera que el poder renovador le tiene terror a los datos.
Me disculpo, se difunden números sí. Números inflados para el marketing de la gestión de la “Provincia StartUp”, como la cantidad de gente que visita los balnearios, supuestos turistas que llegan de todas partes del mundo, la supuesta imagen ultrapositiva de la gestión renovadora (que renueva prefijos y ahora le agrega la opción “neo”) y un montón de datos completamente inchequeables que se utilizan a los fines de mantener un aparato de marketing que hoy es poco creíble.
Eso sí, en pleno verano no divulguemos datos relacionados a la cantidad de casos de dengue, no sea cuestión que los turistas salgan espantados de nuestra provincia o se genere un estado de alarma que derive en que la gente tome la precaución de mantenerse lejos para prevenir esta enfermedad.
Comienza nuevamente una situación cíclica que atraviesa año a año a la gestión de renovadora: el brote de dengue, las paritarias, reclamos docentes y de los trabajadores estatales en general, que como si resultare poco, se le suma el “ah pero el contexto nacional”; en un contexto en el cual en frente tienen a un gobierno nacional a quien la nueva gestión de Hugo Passalacqua le arrojará todas las culpas y acusará de todos los males.
Han perdido completamente el interés de solucionar la vida de la gente, esos mismos problemas que son los mismos desde hace 20 años, aquellos que no buscaron cambiar en nada porque como ocurre en la ciudad de Posadas, se lo maquilla, se deja más lindo al problema y se sigue para adelante.
Ojalá prontamente los misioneros podamos comprobar que con un poco de esfuerzo y de darnos cuenta de las cosas que podemos cambiar, asumamos que depende pura y exclusivamente de perder el miedo y desacostumbrarnos a que papá Estado nos dé todo y que si no los votamos podemos ser cautivos de que lo podamos perder.
Ojalá en la provincia en que nada nunca cambia, alguna vez cambie algo.