Raúl Fleita, un trabajador rural que crió ganado para financiar la educación de sus dos hijas en la Universidad Nacional de Rosario, sufrió un acto de abigeato cuando desconocidos ingresaron al campo donde trabaja, en el paraje Bahamas, en Ramallo, provincia de Buenos Aires.
“El día sábado a la madrugada entraron unos delincuentes, carnearon tres terneros y me dejaron una vaca muerta en el campo”, compartió Raúl Fleita, quien demás de ser el encargado del establecimiento Santa Celestina, realiza labores de vigilancia nocturna de los animales. Sin embargo, “estaban más pendientes de mí que de la policía rural”, agregó, señalando la audacia de los delincuentes.
Los terneros que fueron robados y sacrificados eran el ahorro de toda una vida de Raúl. Ese dinero estaba destinado a pagar el alquiler anual del departamento de sus hijas, quienes están estudiando en Rosario. “Era mi ahorro, es para ayudar al sueldo”, expresó, destacando la importancia de este dinero para el futuro de sus hijas y la promesa que había mantenido.
(Fuente: TN)