Las viejas prácticas de la política no son parte del pasado en la actual “argentina libertaria”. Es que el mismo sujeto que hipotéticamente llegaba para cambiar, revolucionar la política del país y que montó su discurso político de campaña argumentando -entre otras cosas- que iba a culminar con los privilegios de “La Casta”, y a ponerle un punto final a sus perjudiciales prácticas políticas.
De momento, al mandatario Libertario le está costando cumplir con la palabra empeñada y con las propuestas que había vociferado al momento de pedir el acompañamiento en las urnas para llegar al sillón de Rivadavia.
La realidad nos muestra que la Libertad Avanza, encabezada por Javier Milei, ya superó los cien días de mandato- y también nos enrostra que lentamente se está cumpliendo aquello que plantea el Teorema de Baglini: el mismo que manifiesta, entre otras cosas, que las convicciones de los políticos son inversamente proporcionales a su cercanía al poder; y mientras más cercanos estén al poder más conservador se vuelve un grupo o partido político; y que cuanto más se acerca un sujeto político al poder, más se distancia del cumplimiento de sus promesas de campaña.
El actual presidente había propuesto en campaña electoral, combatir y terminar con el statu quo-; hasta el momento poco ha cumplido con aquella promesa-, a sabiendas que dentro de estos tres meses de mandato se han conocido casos de nombramientos en cargos y funciones públicas a familiares y amigos, sí, aquello mismo que conocemos como nepotismo.
Con respecto a los nombramientos, hace algunos días se conoció el caso de la senadora libertaria Vilma Facunda Bedia, quien logró cobijar a algunos de sus familiares para que cobren un salario mensual del Estado nacional. En la planta del Senado de la Nación logró “ubicar” a sus tres hijos, a uno de sus hermanos, una sobrina y también a la cuñada.
También, por citar otro caso, semanas atrás, se había desatado una polémica por el nombramiento de Francisco Adorni, en el Ministerio de Defensa, hermano de Manuel Adorni, el actual vocero presidencial. Pero en el gobierno de las Fuerzas del Cielo no todo es nepotismo, también existen otras artimañas que le son propias a la vieja guardia, vetusta y rancia política argentina-, es más, uno se imagina a sus votantes totalmente furiosos y hasta desilusionados porque se están “empachado” de ser testigos de estas maniobras indignantes de la política-, que no está de más mencionar que es una práctica que ha creado una nueva terminología que está próxima a cumplir dos décadas desde su aplicabilidad: la borocotización, concepto acuñado en la política del país- desde noviembre del 2005-, para referirse a todo aquel funcionario público o legislador que abandona un partido o frente político, para sumarse a la competencia u otro partido distinto.
Sin ir más lejos, para citar uno de esos casos sería el del diputado José Luis Espert, dado que en las últimas elecciones, se había sumado a las filas de Horacio Rodríguez Larreta como candidato a senador. Una vez que el exjefe de gobierno quedó fuera de la contienda electoral, apoyó a Patricia Bullrich, para terminar apoyando a Milei en el balotaje del 19 de noviembre del 2023.
Desde aquel entonces, Avanza Libertad, partido que lideraba José Luis Espert, se convirtió en un aliado táctico dentro del Congreso de la Nación para La Libertad Avanza. Pero finalmente promediado las primeras semanas de marzo del 2024, se consumó su pase definitivo, tal es así que en la documentación y presentación oficial de la Cámara de Diputados de la Nación, Espert es presentado como legislador de La Libertad Avanza.
Para concluir, otro hecho que pasaría a engrosar la lista de políticos que practican la “borocotización” en argentina, sin dudas es el que acaba de protagonizar hace escasos días la diputada nacional por Misiones, Florencia Klipauka, quien asumió su banca en 2021 por la Alianza Juntos Por el Cambio, pero luego el 27 de diciembre del 2023, se sumó al bloque de Hacemos Coalición Federal, liderada por Miguel Pichetto, y finalmente hace escasos días confirmó su pase a la Libertad Avanza.
En fin, todo aquello que el presidente de los argentinos había manifestado que iba a combatir para producir un cambio estructural en la política del país y ganar la batalla cultural, tal parece que algunos de su súbditos no lo han comprendido, y tampoco es que el presidente se le mueva “ la peluca” o reniegue por demás al aceptar a aquellos políticos que mínimamente han traicionado al electorado haciendo uso de la vieja práctica de (La Borocotización), esto es candidatearse en boleta por un partido, y con el tiempo, cruzarse a las filas del oficialismo u otro frente político.
Los interrogantes que pueden desprenderse, es si el presidente Milei ya incorporó el Teorema de Baglini como propio o, ¿Seguirá existiendo aquel Outsider que pregonaba el exterminio de las viejas formas de hacer política, o también, su ideología, prácticas y pensamientos se impregnaron del “rayo” borocotizador?