Según la empresa Z Servicios Urbanos SA, tienen “problemas en el sistema” y los usuarios no pueden utilizar las tarjetas de boleto prepago, por lo que deben abonar los pasajes urbanos en dinero físico. Desde la empresa que maneja el sistema prepago, no emitieron ningún comunicado y se niegan a hablar del problema.
Luego de la misteriosa dilación en la aplicación del aumento del boleto urbano de pasajeros, las empresas de transporte urbano de pasajeros del Gran Posadas instrumentaron la nueva tarifa establecida por el secretario de transporte René Kegler a través de la resolución 005/2023, que otorga un incremento del 60%.
En ese marco, los usuarios están experimentando otro grave problema, que afecta a sus derechos a adquirir boletos prepagos a través de las tarjetas SUBE Misionero. Los vecinos ya sufren el problema del congelamiento del tope de carga de los plásticos, que la empresa Z, Servicios Urbanos SA mantiene en $600, a pesar de que ese valor se fijó cuando el boleto urbano costaba $50 y una carga máxima permitía realizar 12 viajes.
A este inconveniente –con los nuevos valores, una carga máxima de SUBE Misionero apenas alcanza para realizar 2 viajes en Posadas, y sólo 1 a Garupá y Candelaria–, ahora se le sumó otro: desde hace más de 48 horas, está “caído el sistema” por lo que no pueden realizarse recargas en las tarjetas. Eso obliga a los usuarios a pagar en efectivo o disponer de billeteras virtuales SUBI (de Servicios Urbanos SA) con carga.
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El pago en efectivo beneficia a las empresas porque la facturación pasa a depender de declaraciones juradas fácilmente adulterables, porque están ligadas a los boletos de papel. Además, el boleto en físico es más caro que el boleto prepago, por lo que también hay una diferencia en favor de las empresas. Hasta el momento, la empresa fundada por firmas del Grupo Zbikoski, Servicios Urbanos SA, no emitió ningún comunicado informando con precisión lo ocurrido y los plazos para solucionar la supuesta “caída del sistema” SUBE Misionero.
Algunos comerciantes de Posadas, que cuentan con los aparatos para recargar las tarjetas, tienen cientos de miles de pesos acreditados en el sistema SUBE Misionero, pero no los pueden utilizar. Es decir, no pueden realizar las cargas, por las fallas del sistema que es explotado y administrado por Servicios Urbanos SA.
Asimismo, Servicios Urbanos SA se niega a explicar públicamente, por qué no pueden aumentar el tope de carga de las SUBE Misionero, pese a que, hasta el intendente de Posadas, Leonardo Stelatto admitió que “es un problema” que perjudica a los usuarios. Paradójicamente, en la ciudad de Posadas es presentada por el oficialismo como una meca de la “innovación tecnológica”, los vecinos no pueden adquirir boletos prepagos.
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En medio de este escenario caótico y perjudicial para los usuarios, se conoció que el gobierno provincial adeuda subsidios a las empresas desde hace meses, lo que motivó a las empresas a reducir las frecuencias de colectivos al mínimo posible.
“Hay subsidios provinciales y nacionales que no se cobraron y esto no es parejo para todas las empresas, porque por ejemplo con la Empresa Bencivenga hay una deuda relacionada al fideicomiso, que ya ha hecho los reclamos correspondientes y no hay respuestas por parte del gobierno”, explicó al programa “Primera Vuelta”, el representante legal de la Caemtap (Cámara de Empresarios del Transporte Automotor de Pasajeros de Misiones) Juan Fouce.
Según confirmó Radio Up 95.5, la provincia mantiene una deuda de catorce meses con la empresa Bencivenga, y la Nación también tiene deudas desde el mes de agosto. “Con estas deudas, se dificulta continuar trabajando, incluso poder abonar los sueldos de los trabajadores de la empresa o sacar los colectivos a la calle”, explicaron a este medio.
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