El empresario y expresidente de la CCIP, señaló que pese a la estrepitosa caída en las ventas, proveedores de pañales aumentaron sus precios un 150% entre diciembre y enero, o un 1000% interanual (a enero), en el caso de aceite de oliva. Y no brindan ninguna explicación para los salvajes incrementos que luego se trasladan a góndolas. Además, advirtió que “de mantenerse esta situación (de caída del consumo y ventas) es probable que empiecen a llegar algunos despidos”.
En un contexto de fuerte ajuste fiscal propiciado por el gobierno nacional con miras a bajar la inflación, primeros meses del 2024 se están observando incrementos por parte de proveedores, que son incongruentes con el bajo nivel de demanda que se observa en Misiones y que terminan por hacer “inviable” determinados consumos, según detalló a Radio Up 95.5, el empresario Carlos María Beigbeder, el propietario de la Distribuidora JB. Según el expresidente de la Cámara de Comercio e Industria de Posadas (CCIP), algunos proveedores no están conscientes de la realidad económica actual y continúan aumentando sus precios, pese a que la caída en el consumo y en las ventas, ya es muy pronunciada.
Consultado por este medio en torno a los incrementos en precios de alimentos, con incrementos del 48% en lácteos, en los primeros dos meses del año en curso, Beigbeder explicó: “Es probable, dependiendo de la empresa y el tipo de producto, puede ser”.
“Dependiendo del tipo de proveedor, yo creo que viven en otro planeta, no están al tanto de la realidad argentina. Tengo proveedores a los que las ventas se les cayeron un 70%, pero así y todo, deciden seguir aumentando. Un proveedor de una marca de pañal reconocida, aumentó entre diciembre y enero, el 150%. Otro proveedor de aceite de oliva que subió en todo el año (2023) el 1000%. Es una locura”, describió Beigbeder, sobre los aumentos en los precios dispuestos por algunos proveedores.
En esta línea, Beigbeder reveló que algunos proveedores están conscientes de la caída en las ventas, ligada a la retracción del poder de compra de los salarios, pero aún así siguen incrementando sus precios. “Hoy justo me llamó este proveedor de aceite de oliva y aceitunas y me dice, yo estoy al 30% de mi objetivo. Y bueno, bancante la decisión. Lógicamente, si vos querías subir 150% en las aceitunas y un 1000% de aceite de oliva… bancate lo que se viene, porque se puso prohibitivo poder consumir aceite de oliva. Los precios en la góndola estaban 10, 12, 14, 15 mil pesos la botella de litro”, manifestó el comerciante.
Entonces, “no te quedan consumidores para estos precios. Y te dicen ‘lo que pasa es que se está exportando’. Buenísimo pero no pidas volumen, porque no se va a vender en la Argentina. No hay mercado para este producto. Y estamos hablando de algo que vos le pones a la ensalada. Esto no es caviar iraní, sino que es el aceite que le pones a la ensalada. La dimensión es el problema, ¿no? No está dimensionado el producto. Y entonces, suceden estas cosas que son hasta incongruentes”, confió Beigbeder
De acuerdo con el expresidente de la CCIP, mantuvo una discusión con un proveedor que le proponía aumentar los precios en góndola. “El dueño de la empresa me dijo cuánto íbamos a aumentar, y yo le dije nada. No solo no tenés que aumentar, sino tenés que bajar los precios, porque va a ser inviable para el funcionamiento de tu empresa, poder mantenerte con el 30% de tus números”, reveló Beigbeder sobre el problema que enfrentan proveedores que pierden ventas y suben precios.
No obstante, para Beigbeder, lo central es que la caída de la demanda, le terminará poniendo frenos a los incrementos, aunque a costa de una dura retracción en los consumos de la mayoría de las familias. “Eso es lo que las empresas deciden. La empresa productora, el fabricante, el que está atrás de los pollitos (que producen huevos) o de la vaca que le dan leche para hacer el yogur. No importa por eso. La respuesta del público es importante y determina lo qué se puede hacer lo qué no se puede hacer”, planteó.
“Yo creo que en líneas generales no va a haber capacidad de compra y por eso la demanda se va a frenar estrepitosamente como ya se viene frenando y termina encantando negativamente. Hoy un kilo de palta está a 10 mil pesos. ¿Quién va a consumir palta? Nadie. Que se plante el precio y veamos que puede suceder si tiene que comprar paltas. Es lo que va a pasar, no hay demanda, se cae la oferta, los precios van a tener que achicarse, es así de sencillo”, enfatizó Beigbeder.
Ante la repregunta sobre productos cuyo consumo es inelástico, más o menos fijo, porque son de primera necesidad, Beigbeder insistió en que cualquier mercancía dejará de venderse si sigue la actual tendencia de suba desmesurada de precios. En el caso de los lácteos, fundamentales para el desarrollo de niños, Beigbeder comentó: “Se puede dejar el yogur y los quesos. La verdad es que es inelástico (el consumo) hasta que lo dejaste de comprar y ahí se transformó en elástico, no lo consumis más. Por ejemplo, la leche en polvo está carísima, y no consumí más ¿Qué va a pasar? ¿Se va a terminar cayendo el precio? Si hoy todos dejamos de consumir X productos, el precio se termina destrozando por la falta de demanda. Esto es práctico”, argumentó Beigbeder.
En cuanto a las razones de los incrementos que brindan los proveedores, en un contexto en el que el precio del dólar está estable o tendiendo a la baja (en el caso del dólar blue) Beigbeder fue lacónico, al señalar que no mencionan “ninguna” razón. “No hay explicación. Lo único bueno que hizo (el presidente Javier) Milei, según mi entender, hasta ahora, es que desactivó una bomba que venía fuerte, y revalorizó el peso, a costa de, y no hay otra forma de decirlo, nos va a hacer pasar hambre. Pero revalorizó el peso y desactivó una bomba (la hiperinflación) que era potencialmente mortal. Ahora, eso no lo paga ‘la casta’, lo pagamos entre todos”, sentenció el expresidente de la CCIP.
Vinculado a este proceso de valorización de los pesos por la venta de dólares ahorrados, Beigbeder explicó: “Los dólares que tenés guardados no son indefinidos. Tenés tu ahorrito, no sé, dos mil dólares, diez mil dólares, cien mil dólares, es lo mismo, va a llegar un momento en que te los vas a gastar todos y te vas a quedar sin. Entonces el ir matando tus ahorros para mantener una estructura y lo hacen muchas empresas, lo hemos hecho nosotros personalmente, pero llega un momento en que se te caga”, sentenció.
De acuerdo con Beigbeder, ya están observando una fuerte caída en el consumo y en las ventas, al punto que, si “vas al supermercado y gastaste 50 mil pesos, sos un héroe. Pero por otro lado es un montón de dinero. ¿Y qué empezás a hacer? Y empezás a hacer lo que pasa en tu casa cuando tu mamá tenía que cocinar para cinco y había para tres. Empezás a estirar la canasta”, subrayó Beigbeder, sobre los cambios en los hábitos de consumo que se verán en las próximas semanas y meses, en el contexto de alta inflación. Por último, Beigbeder no descartó que se empiecen a dar despidos y un aumento del desempleo en un contexto de retracción del consumo, con elevada inflación. “Nosotros lo estamos viendo, no es sencillo, pero lo estamos viendo. Todavía no lo tenemos definido, pero de mantenerse esta situación es probable que empiecen a llegar algunos despidos”, remató.