La discusión volvió a instalarse en la agenda política argentina, mediante los proyectos legislativos en debate.
En este sentido, María Elena Naddeo, secretaria general de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), dialogó con “El País de la Libertad” de Radio Up 95.5 y expresó su rechazo a la medida, donde aseguró que se trata de una respuesta punitivista que no soluciona el problema de fondo.
“Estamos muy preocupados y muy preocupadas porque este tema es de larga data, no se termina de resolver nunca porque hay una mirada demagógica, hay una mirada punitivista”, afirmó.
Para la referente en derechos humanos, la problemática se discute en términos erróneos y con una visión alarmista que no tiene en cuenta la tendencia de los últimos años. “El sistema penal no es la solución para los chicos y chicas de 14 y 15 años de edad. Lo que queremos es evitar que delincan”, sostuvo.
Además, remarcó que los datos oficiales desmienten la supuesta crisis de criminalidad juvenil. “La criminalidad juvenil ha descendido enormemente. Si tomamos la cantidad de casos que había en 2013 y lo comparamos con 2023, la reducción es casi del 50%”, precisó.
Naddeo criticó al gobierno por manipular las estadísticas para justificar su postura. “El Gobierno Nacional engañó, como suele hacer permanentemente, a la opinión pública y al propio Congreso. En el proyecto de baja de edad de punibilidad, ponen como fundamento el aumento de la criminalidad adolescente, pero la línea de tiempo venía bajando”, explicó. “Se estanca en la pandemia, baja abruptamente en realidad en la pandemia y vuelve a subir un trecho en los años 2022, 2023 y primer semestre del 2024”, agregó.
Prevención: el camino a seguir
Para Naddeo, el debate debería centrarse en estrategias de prevención, en lugar de medidas punitivas. “Repito, lo que tenemos que volcar el esfuerzo es en prevenir, en cómo llegamos a los chicos antes de que cometan delitos graves”, enfatizó.
Entre las principales estrategias, destacó la necesidad de abordar los consumos problemáticos en la adolescencia. “Casi todos los chicos que están involucrados en delitos siendo adolescentes están de una u otra manera afectados por el consumo de sustancias. Delinquen para comprar drogas o son abordados y manipulados por los narcotraficantes”, aseguró.
Según Naddeo, se necesita mayor presencia del Estado en los barrios para detectar estos casos y actuar a tiempo. “Se habla mucho, pero se hace poco. Hay que trabajar con equipos más especializados y más comprometidos en el territorio, que puedan ir al encuentro de los chicos y llevarlos a tratamientos reales, duraderos, efectivos, que los hay, porque los hay”, remarcó.
Otro eje fundamental es la educación. “Cuando un adolescente de 13 o 14 años deja de ir a la escuela, esa es una llamada de atención enorme. Tiene que haber equipos que salgan a su encuentro, que los incluyan en programas alternativos”, señaló. “Hay que buscarlos, incluirlos en centros educativos alternativos, en deportes, en la cultura. En fin, hay todo un trabajo para hacer”, agregó.
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Un sistema penal juvenil con enfoque restaurativo
Si bien Naddeo reconoció la necesidad de reformar el sistema judicial actual para adolescentes, advirtió que esto debe hacerse desde una perspectiva diferente. “Nosotros decimos que sí, que hay que derogar la vieja ley 22.278, que es una ley antigua y de la época de la dictadura del 70”, explicó. “Pero también decimos que hay que generar un sistema penal juvenil que no sea punitivo, que le brinde garantías y contemple medidas socioeducativas, que permitan el reconocimiento del daño y la concientización del joven que cometió un delito”, agregó.
Además, rechazó la posibilidad de que menores sean encarcelados junto con adultos, como plantea el gobierno. “Es absolutamente inaceptable. Los chicos que delinquen tienen que tener un sistema especial y centros de internación especiales, separados de los adultos”, sostuvo. “El gobierno dice que van a alojarse en las cárceles existentes, separándolos con una pared de los adultos. Eso dice el proyecto de Javier Milei. Cosa que es absolutamente inaceptable”, denunció.
Finalmente, Naddeo subrayó que la solución no pasa por endurecer las penas, sino por reforzar las políticas de contención. “Hay que pensar desde lo nuevo, desde lo más avanzado, y no en las viejas fórmulas de la cárcel y la condena. Es lo más rápido, pero no resuelve nada”, concluyó.
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