La suba se da por una nueva actualización en el valor del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL), por lo que las refinadoras cargarán ese aumento en el precio para los consumidores finales.
Los combustibles aumentarían alrededor de un 5% desde el próximo lunes 1 de abril, por lo que se espera que durante lo que queda del fin de semana extra largo se registren nuevamente largas filas en las estaciones de servicio, aunque también se especula con una fuerte caída en las ventas.
El incremento tiene que ver con la actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) que las empresas refinadoras -YPF, Shell, Axion y Puma Energy- trasladarán al precio de los combustibles en surtidores, según el cronograma que definió el Gobierno. A eso se sumará el deslizamiento mensual del dólar oficial y el objetivo de alcanzar precios internacionales.
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Se informó que el ICL estuvo congelado desde mediados de 2021 hasta febrero pasado, cuando comenzó a aplicarse la primera de cuatro cuotas de incremento en base a la inflación trimestral de 2021 y 2022.
El primero de marzo se computó la actualización del tributo correspondiente al primer trimestre de 2023, ahora se viene la cuota de abril sobre el segundo trimestre y en mayo llegará la del tercero, que suponen será la de mayor impacto por la aceleración inflacionaria que generó la devaluación.
Si bien cada petrolera determinan independientemente el aumento, normalmente los incrementos se basan en lo que decida la estatal YPF, desde donde señalaron, según Infobae, que todavía falta un aumento de entre 8% y 10% en el precio de la nafta y el gasoil en surtidores para alcanzar el objetivo de un precio de «paridad de importación».
(Fuente: El Territorio)