La crisis económica no solo impacta en los precios y el poder adquisitivo: también crece el temor a perder el empleo o los ingresos. Según la última encuesta nacional de Zuban- Córdoba y Asociados, el 50% de los argentinos teme quedarse sin trabajo debido a la situación económica. Los datos fueron presentados por el politólogo Facundo Londero en el programa “Arriba la radio” por Radio Up.
“Ya no se habla solo de desempleo, sino también de calidad de vida laboral”, explicó. En muchos casos, los trabajadores deben tener dos o más empleos, o trabajar más de 12 horas por día, para poder afrontar los gastos básicos.
Este fenómeno afecta tanto a quienes tienen empleo formal como a los que dependen de ingresos informales. “La gente trabaja más, pero vive peor”, sintetizó Londero.
Caída de la calidad laboral
La pérdida de calidad de vida asociada al trabajo también forma parte del nuevo escenario: cada vez más argentinos se ven obligados a aceptar condiciones precarias, sin cobertura ni estabilidad, para poder sostener su economía doméstica.
“El problema no es solo el desempleo, sino que el empleo que hay no alcanza para vivir dignamente”, remarcó el politólogo. Este cambio de paradigma posiciona al empleo como una variable de crisis estructural, no solo coyuntural.
Desigualdad: una herida que no cierra
A este panorama se suma un dato alarmante: el 60% de los encuestados considera que el Gobierno Nacional ha profundizado la desigualdad en el país. Este porcentaje atraviesa todas las franjas etarias e ideológicas.
Según Londero, las mejoras macroeconómicas no se traducen en beneficios reales para los sectores populares y medios, que siguen siendo los más golpeados por la inflación, el desempleo y la pérdida de derechos.
El informe advierte que si bien algunos indicadores económicos muestran cierta estabilización, no se ha logrado revertir la percepción de injusticia distributiva, lo que representa un riesgo político para el oficialismo de cara a las elecciones de octubre.