Con la provincia incendiada por las protestas masivas en reclamo de salarios dignos para docentes, sanitarios y policías, el ministro de Educación Ramiro Aranda opinó que los sectores que protestan son “minoritarios” y “violentos”. Además, defendió el piso salarial de $400 mil, que apenas cubre una canasta de indigencia.
En el octavo día del acampe de policías, docentes y empleados estatales enfrente al Comando Radioeléctrico I y a horas de la brutal represión sobre docentes en la Legislatura de Misiones este jueves, cuando un grupo multitudinario llegó al palacio legislativo para exigir una mesa de diálogo para recomponer salarios, el ministro de Educación Ramiro Aranda habló con medios nacionales y afirmó que todos los meses se reúnen con los gremios de la Mesa de Diálogo que integran el sindicato ultraoficialista UDPM, el Sidepp, y los gremios que integran la CGT Misiones (UDA, AMET, Sadop y Semab CEA)
Las declaraciones del ministro faltan a la verdad como queda atestiguado en cada acta acuerdo firmada y en cada convocatoria a mesa de negociación salarial, que desde hace décadas no se concretan todos los meses. Pero, además, Aranda defendió el actual piso salarial para el cargo testigo en Misiones de $400 mil, que está entre los dos más bajos del país y no alcanza a cubrir una canasta alimentaria.
Brutal agresión de policías a maestras en el acceso a la Legislatura provincial
En diálogo con TN, Aranda opinó que los docentes que protestaron este jueves en la legislatura y fueron salvajemente agredidos con gas pimienta, son “un sector que está con prácticas violentas, es la segunda vez que van a la legislatura que es una institución democrática, que se han plegado al reclamo de la policía que es una cuestión muy compleja y grave en democracia”, sostuvo el ministro, olvidando que los reclamos de los docentes, inclusive de los gremios que integran la mesa de diálogo, comenzaron meses antes que el levantamiento de los policías y penitenciarios.
“Hay un reclamo salarial pero también hay una mesa de diálogo que acá en la provincia es permanente. Nosotros no tenemos un solo acuerdo paritario. Ya realizamos tres aumentos en lo que va del año. A fin de mes hay una actualización del cargo testigo, que es el de maestra, por cuatro horas pasó de $265 mil a $400 mil”, destacó Aranda, dejando en evidencia los salarios de miseria que recibían y siguen recibiendo las maestras de grado misioneras. Cabe aclarar que una canasta básica alimentaria para una familia tipo alcanzó los $396 mil en abril, con lo que las maestras con un solo cargo, en Misiones son indigentes.
Defendiendo lo que considera la mesa paritaria de Misiones, Aranda hizo una valoración totalmente subjetiva e intencionada del funcionamiento de ese espacio, que no se reúne periódicamente y en el que sólo UDPM –un sindicato controlado por militantes y funcionarios renovadores–, firmó acuerdos salariales este año.
“En nuestra mesa tenemos seis gremios que se sientan a dialogar, es muy pacífica. Cuando un gremio no está de acuerdo, no firma y seguimos el diálogo al mes que viene. Nosotros todos los meses nos juntamos con los gremios”, soltó Aranda, sin ruborizarse y a sabiendas que las convocatorias que el propio ministerio hace, dejan en evidencia que la periodicidad de las reuniones no es mensual, ni mucho menos.
Por otra parte, Aranda trató de desresponsabilizar a su gestión y al gobierno por la escalada de la crisis en la provincia, donde no sólo los docentes piden un piso salarial digno, en torno a los $800 mil, sino también los policías, penitenciarios, trabajadores sanitarios y otros sectores de estatales. “En la democracia cuando está el que yo voté y me gusta, no quiero que la oposición sea destructiva y haga algo malo. Y al revés, cuando a mi me toca que voté y ganó el que yo no quería uno tiene que dar gobernabilidad”, sostuvo Aranda, claramente alineado con el discurso del oficialismo provincial, que es un aliado del oficialismo nacional que impulsa la ley bases, la reforma laboral y la desregulación del mercado yerbatero.
“En este contexto de país, con una caída en la coparticipación, con una caída en la recaudación, y la inflación que por suerte ahora se está controlando pero hubo un salto muy importante en las vacaciones, hace que cualquier reclamo salarial, y si la gente dice que no llega a fin de mes, por supuesto que es justo. Hoy nosotros tenemos que tener los recursos provinciales en orden para no volver a la década del 90, que en Misiones se sacaba deuda para pagar gasto corriente”, lanzó Aranda en tono crítico al modelo económico que defiende e impulsa el gobierno de Javier Milei.
Además, el ministro opinó que “hoy somos la provincia más desendeuda”, cuando en realidad, Misiones está en default técnico porque por la Emergencia Económica que la Legislatura vota en cada presupuesto en los últimos 20 años, no se pagan los bonos de deuda como el CEMIS, entre otros.
En un momento álgido de la entrevista, Aranda se mostró a favor de la censura de un diputado al que no nombró, por estar mostrando los números de los recursos que recauda la provincia y que recibe de Nación, por coparticipación y por ley de financiamiento educativo. “Hay legisladores de la oposición que han manifestado y le hemos pedido mesura, porque en un clima de conflictividad hay que tratar de mantener la pasa entre todos”, manifestó Aranda, en obvia referencia al legislador y docente Cristian Castro (PAyS), que expuso días atrás que el gobierno renovador recibió $101 mil millones por coparticipación a los 17 días del mes de mayo.
Consultado sobre si sectores vinculados al kirchnerismo estaban buscando desestabilizar a la provincia, Aranda dijo que “hay otros sectores, que son los legisladores de otros partidos que no les quiero dar entidad, que acá en la provincia, que se están manifestando con videos en las redes. El discurso es que hay plata, y la verdad que implica un desconocimiento de lo que cuesta y de lo que se invierte no sólo en salarios, sino en infraestructura y en montón de ítems”, opinó Aranda, sin brindar ningún número concreto sobre la supuesta inversión en infraestructura y en sueldos.
Como es de público conocimiento, el ministro de Hacienda Adolfo Safrán reveló que se pagaban $23 mil millones en sueldos docentes hasta abril, con lo que, con los montos de recaudación provincial y lo recibido por ley de financiamiento educativo, el gobierno provincial contaría con los recursos para acercarse al monto salarial que reclaman los docentes.
De todas formas, el ministro dejó en evidencia ante la TV pública, que las mesas salariales son acotadas, porque se reúnen con cinco gremios, dejando al margen a los sindicatos Udnam, UTEM y MPL, y que los acuerdos no se firman por consenso unánime, sino que sólo acuerdan con algunos sindicatos –básicamente UDPM, que está controlado por la agrupación Adomis que integra el partido que gobierna Misiones desde hace 21 años–.