El mercado de alquileres en la provincia atraviesa una de sus etapas más complejas. Aunque la oferta creció en el último tiempo, la eliminación de la ley de alquileres y la falta de regulación dejaron a los inquilinos en una situación de extrema vulnerabilidad.
Adrián Torres, presidente de la Asociación Inquilinos Agrupados, dialogó con “La Última Rosca” de Radio Up 95.5 y describió que “el mercado de alquileres está complicado en cuanto a precios. Si bien existe más oferta, la desregulación dejó al inquilino sin ningún tipo de protección. Esto descomprimió el mercado, pero bajo el sacrificio del inquilino”.
Según Torres, la derogación de la ley no solucionó los problemas estructurales. “El déficit habitacional sigue existiendo, los precios siguen sobre la media de inflación y la situación del inquilino es la misma, pero con el agravante de no tener ningún tipo de protección”, advirtió.
Un mercado sin reglas claras
Por otra parte, Torres señaló que la desregulación derivó en un mercado controlado únicamente por los propietarios. “El sector inmobiliario pone los precios, regula las condiciones, y vos lo que tenés que hacer es aceptar. Si te lo fijan en dólares, si te piden determinadas garantías o si te hacen un aumento cada tres, cuatro o seis meses, lo tenés que aceptar”, aseguró.
El resultado es un sector desigual, donde los inquilinos enfrentan decisiones que afectan drásticamente su calidad de vida. “Mucha gente liquidó su capital para poder afrontar los altos costos del alquiler: vendieron su vehículo, su moto o incluso bienes necesarios para trabajar. Otros se agruparon para alquilar en conjunto, volvieron a la casa de sus padres o se mudaron a localidades vecinas”, explicó Torres.
Incluso en este contexto, el incremento de los alquileres temporarios empeoró el acceso a viviendas de largo plazo. “Hoy se alquilan casas por día o semana, sin requisitos ni regulaciones, mientras los inquilinos regulares quedan cada vez más desprotegidos”, denunció Torres.
Una economía que no acompaña
Además del impacto de los precios, Torres destacó cómo el aumento de tarifas y servicios afecta aún más al inquilino: “Los espacios comunes, como ascensores, escaleras o la limpieza, son muy caros porque los servicios aumentaron muchísimo. Por eso, la mayoría busca inmuebles particulares y, en lo posible, sin expensas”.
En cuanto a los valores que se manejan, el panorama no es alentador. “Estamos viendo incrementos que rondan entre un 30% y un 40% para contratos del próximo año”, detalló Torres.
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La necesidad de regulación
Frente a este escenario, Torres rechazó la idea de que el mercado se regule solo. “No es cierto que el mercado se regula por sí solo. Si miramos Uruguay, Italia o muchos otros países, todos los mercados tienen algún tipo de regulación. No existe el libre mercado sin control”, afirma.
Para Torres, la situación actual en la provincia es insostenible y requiere cambios urgentes. “La falta de regulación solo llevará a que todo explote. Si la economía no crece y los salarios no se equiparan con los valores del mercado, será imposible sostener esta situación”, advirtió.
El sacrificio del inquilino, que ya ha vendido bienes esenciales, agrupado esfuerzos o incluso cambiado de ciudad, expone la necesidad urgente de políticas públicas que garanticen el acceso a la vivienda como un derecho fundamental. “El gobierno no tiene interés en el sufrimiento del pueblo. Todo lo que vemos es un ‘sálvese quien pueda’”, concluyó Torres.