El precio de los alimentos registró un fuerte incremento en marzo, acumulando un aumento del 3,8% en lo que va del mes, según un informe de la consultora LCG.
El relevamiento mostró que, en la cuarta semana del mes, los alimentos subieron un 0,4%, marcando una desaceleración respecto del 2,4% registrado en la semana previa, lo que explica gran parte del resultado mensual.
El incremento estuvo liderado por los lácteos y huevos, que aumentaron un 5,8%, seguidos por las carnes con un alza del 5%, las verduras con 3,3% y las bebidas con 2,2%.
Este escenario representa un desafío para el Gobierno, que busca reducir la inflación mensual a niveles cercanos al 2%. Sin embargo, la evolución de los precios de los alimentos parece alejar esa meta y complica la estrategia oficial.
Por su parte, otro informe de la consultora ECO Go indicó que, hasta la tercera semana de marzo, los alimentos habían subido un 1,1%, proyectando un aumento mensual del 3,2%. Esta medición estima que la inflación general del mes rondará el 2,6%.
La posibilidad de que la inflación supere el 3% pone en jaque los planes del Ejecutivo, que mantiene un esquema de devaluación del peso controlado al 1% mensual (crawling peg). Este desfasaje entre la suba de precios y la política cambiaria genera presión sobre la economía y encarece los costos en distintos sectores.
Ante este panorama, analistas económicos anticipan que el Gobierno podría modificar el régimen cambiario en el marco de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La necesidad de ajustes en la política económica para contener la inflación se vuelve cada vez más evidente en un contexto donde los precios de los alimentos siguen marcando el pulso de la crisis.