Sandra Núñez, encargada del programa de Vacunación Antirrábica de la UNNE se refirió a la detección de un segundo caso de rabia en un murciélago en Corrientes. Adelantó que están buscando “el foco real” de los casos y que están en un “estado de alerta” con respecto a la enfermedad. Instó a tomar precauciones con mascotas, principalmente con gatos.
Este viernes se confirmó la aparición de un segundo caso de rabia en Corrientes, detectado en un murciélago insectívoro. El primer caso también había sido hallado en un ejemplar de la misma especie.
Sobre el tema la profesional manifestó que “se están extremando las medidas para buscar el foco real, debido a que tenemos una colonia en donde algunos murciélagos dieron positivo por rabia. De forma preventiva, nosotros realizamos vacunaciones gratuitas a perros y gatos, teniendo en cuenta que éstos últimos son cazadores de murciélagos. El gato, al ser semidoméstico, es con quien más cuidado debemos tener”.
Y agregó: “Estamos en un estado de alerta. No es para entrar en pánico, pero es para estar atentos y observar caso por caso. Como estamos hablando de murciélagos insectívoros, no estamos de acuerdo con una erradicación total porque son importantes para el equilibrio ambiental. Los murciélagos enferman de cualquier enfermedad como cualquier animal. El tema es que si se ven conductas anormales, como verlos tirados en el suelo, hay que evitar tocarlos y dar aviso a las autoridades. El área de Salud Pública está buscando los focos de casos en murciélagos insectívoros”.
Por último, alertó: “Además de los gatos, también se intenta controlar la población de monos que tenemos en la zona. La rabia es una enfermedad mortal para los animales, por lo que los primeros síntomas derivan irremediablemente en la muerte del animal. Se ponen agresivos y luego sigue con una parálisis muscular, derivando un abatimiento que genera la famosa ‘espuma’ en la boca del animal”.
La rabia, según la Organización Mundial de la Salud (OMS)
La rabia es una virosis zoonótica que afecta al sistema nervioso y que se puede prevenir administrando una vacuna. Una vez que aparecen los síntomas clínicos, es mortal en prácticamente todos los casos. En hasta el 99% de los casos humanos, el virus es transmitido por perros domésticos. Sin embargo, la enfermedad puede afectar tanto a los animales domésticos como a los salvajes. La vía de propagación a personas y animales es la saliva, con la que se entra en contacto a través de mordeduras, arañazos o el contacto directo con las mucosas (de los ojos, la boca o heridas abiertas). Los niños de 5 a 14 años son víctimas frecuentes.
Aunque se trata de una enfermedad presente en todos los continentes excepto la Antártida, más del 95% de las muertes humanas se registran en Asia y África. No obstante, los casos no suelen notificarse y hay una divergencia enorme entre los datos oficiales y las cifras de mortalidad estimadas.La rabia es una de las enfermedades tropicales desatendidas que afecta principalmente a poblaciones marginadas, pobres y vulnerables. Aunque existen inmunoglobulinas y vacunas eficaces para el ser humano, no suelen estar disponibles ni ser accesibles para las personas que las necesitan. Se estima que la profilaxis posexposición (PPE) cuesta de promedio US$ 108 (a lo que hay que sumar los costos de desplazamiento y las pérdidas de ingresos conexas), una cantidad que puede llevar a la ruina a las familias afectadas, cuyo promedio de ingresos diarios puede ser de tan solo US$ 1 o 2 por persona.
La infección en el ser humano suele producirse por la mordedura o el arañazo profundos de un animal infectado, que, en el 99% de los casos, es un perro. También puede haber transmisión si un animal infectado o su saliva entran en contacto directo con las mucosas (de los ojos o la boca) o con heridas superficiales recientes.
En las Américas, los murciélagos que comen sangre son la principal fuente de infección en los casos mortales de rabia, puesto que la transmisión al ser humano por mordedura de perros rabiosos se ha interrumpido en gran medida. La rabia transmitida por murciélagos se está convirtiendo en una amenaza para la salud pública también en Australia y Europa occidental.
Las defunciones de seres humanos en humanos por rabia contraída por contacto con zorros, mapaches, mofetas, chacales, mangostas y otros huéspedes carnívoros salvajes infectados son muy raros, y no hay casos conocidos de transmisión a través de mordeduras de roedores.
(Fuente: Con información de Radio Sudamericana y OMS)