Si bien la inflación sigue ocupando un lugar central en la totalidad de los noticieros de todo el país, en la agenda política y en los medios de comunicación, a eso, debemos sumarle el reclamo por la apertura de paritarias salariales que expresan con alaridos selváticos- emulando a “Trazan”, aquel personaje ficticio creado por Edgar Rice Burroughs-, los distintos sectores, tanto públicos como los privados.
Y si también agregamos el proceso de ajuste feroz que lleva adelante el gobierno libertario del presidente Javier Milei -cumpliendo a rajatabla con algunas de sus promesas más enfáticas y crueles que predicaba durante la campaña presidencial del 2023- claramente debemos afirmar que continúa a paso firme pasando la motosierra en el gasto de la administración pública.
Por otro lado, equiparando la balanza y exhibiendo algunos datos positivos de la gestión libertaria, sin duda son aquellos que están estrechamente ligados a la microeconomía. Esta última comienza a regar el jardín del mercado financiero, y a producir el florecimiento de que la libertad realmente avanza.
Desde el oficialismo nacional celebran que la disminución del Riesgo País se ubique por debajo de los 1200 puntos porcentuales marcando su nivel más bajo desde septiembre del 2020, la reducción del precio del dólar blue y la estimaciones que ha hecho el Banco Central de la República Argentina por intermedio de las principales consultoras privadas, está ultimas estiman que el precio de la divisa estadounidense seguirá la tendencia a la baja en los próximos meses, tal es así que los analistas estiman que en abril pronostican un tipo de cambio a nominal cercanos a los en 876 pesos por dólar.
Evidentemente estos, entre otros factores de la macroeconomía, son síntomas de confianza por parte del mercado financiero al período de reorganización de la economía que encaró desde diciembre del 2023 el presidente Milei.
No está demás señalar que la respuesta del mercado comienza a propinarle una bocanada de oxígeno a un gobierno que venía cabizbajo y transitando un camino lleno de escollos, soportando los cimbronazos de la resistencia del arco opositor que se niega a brindar un cierto apoyo para garantizar la gobernabilidad de un presidente electo de manera democrática.
¿Opositores “golpistas”?
Otro de los datos que saborean y degustan en estas últimas semanas los libertarios, como si fuese el último caramelo dulce de la corta historia política de Javier Milei, es aquel que dejaron trascender algunas consultoras privadas, quienes aseguran que la inflación de marzo sería de 10,6 por ciento. Esto marcaría una desaceleración 2,6 puntos porcentuales respecto a la medición oficial de febrero (13,2%).
Pero sobre todo, están aquellos que se aferran a la elevada imagen positiva que sostiene “El peluca” Milei. Se destaca que el presidente “continúa ostentando una valoración considerablemente alta”, del 51%, con un apoyo mayoritario en hombres (53%), jóvenes (68%) y en el grupo de menor poder adquisitivo (64%). Según el último relevamiento de la consultora Opina que analizó el primer trimestre de la gestión libertaria.
Por consiguiente, podemos inferir que a pesar de todo, una mayoría de argentinos continúa abrazándose a la misma frase que utilizara el presidente argentino para firmar el libro de los visitantes ilustres: “Viva la Libertad, Carajo”.