Tras el violento ataque a una vecina el fin de semana en el barrio Kennedy, la presidente de la comisión vecinal expresó que necesitan más seguridad y exigen presencia policial en el barrio. “Estamos rodeados por el Jardín Botánico, antes había un destacamento, pero fue transferido a la policía ambiental que no atiende cuestiones relacionadas los robos”.
Según relató Carina Karaben presidenta de la Comisión Vecinal del barrio, con respecto al robo ocurrido días atrás “esta persona pasó el portón, ingresó al domicilio, la agredió e intentó violarla. La golpeó salvajemente contra el piso, fracturándole tres costillas, perforando un pulmón y dejándola en estado grave».
El ataque ocurrió entre las 10:50 y las 11:30 de la mañana del lunes, mientras el agresor circulaba por la zona ofreciendo sus productos. La negativa de María a comprar desató la furia del hombre, quien la atacó sin piedad. “Estamos con miedo, porque esta persona aún está dando vueltas como si nada. Las cámaras de seguridad no logran captar su rostro, y sentimos que cualquier persona que pasa podría ser él”, expresó Karaben
Además del temor por la presencia del agresor, los vecinos denuncian la falta de respuestas efectivas por parte de las autoridades. “Nuestra comisaría más cercana es la octava, que está bastante alejada. Hace semanas que pedimos mayor presencia policial, pero no hay móviles disponibles o simplemente no llegan cuando los llamamos”, lamentó la presidenta vecinal. La situación se agrava debido a la falta de un destacamento en el barrio, lo que deja a los residentes en una situación de vulnerabilidad.
Carina destacó que “el barrio está bien iluminado y los hechos de inseguridad suelen darse durante el día”. Sin embargo, enfatizó que la seguridad sigue siendo insuficiente: “Antes teníamos un destacamento, pero fue cedido a la Policía Ambiental, que no se encarga de estos casos de delincuencia”. También mencionó que hay una escuela especial cercana que constantemente sufre robos, sin que se tomen medidas concretas para proteger a los alumnos y al personal.
Los vecinos, organizados en un grupo de WhatsApp de seguridad, han decidido no brindar más ayuda al agresor, quien anteriormente recibía colaboración de la comunidad. “Este es un lugar turístico, con familias y niños, y necesitamos que se cuide. Somos los guardianes del parque, pero necesitamos el acompañamiento de la policía”, concluyó Carina, quien insistió en la urgencia de instalar una garita policial y establecer un control permanente en la zona.