El diputado nacional por Juntos por el Cambio, recientemente expulsado del radicalismo nacional, Martin Arjol, se refirió a lo ocurrido durante la semana con la sanción y expulsión a tres diputados nacionales del partido centenario por acompañar las ideas de La Libertad Avanza en diferentes debates dentro del recinto. Además, se refirió a otros temas relacionados a la coyuntura nacional, haciendo una mirada al año electoral 2025.
En primera instancia se refirió a la pertenencia aún hoy ala Bloque del Radicalismo y expresó “hoy creo que se está usando una vara muy distinta a la que se usó años atrás para juzgar el comportamiento de los radicales. Esa es una doble vara del radicalismo para observar las cuestiones éticas de diferentes índoles. Es decir que depende del funcionario que trabaje con el gobierno de turnos siendo oposición, no se lo expulsa ni nada” (haciendo referencia a que Ricardo Alfonsín fue embajador en España durante el gobierno de Alberto Fernández, y no fue expulsado del partido).
“La velocidad con la que tomaron la decisión implica claramente una visión de Martín Lousteau de entender al radicalismo como una franquicia porteña, no como un partido nacional, porque no analizó la situación en cada distrito y en la provincia de Misiones puso al radicalismo en una situación muy incómoda”, sostuvo Arjol.
“Tan incómoda es que ayer el radicalismo sacó una resolución por la mayoría, por unanimidad de los miembros del comité, provincia rechazando las decisiones del Comite Nacional” expresó y agregó al ser consultado sobre como era su relación con los radicales en la provincia “yo siempre me sentí apoyado y acompañado, aquí en la provincia de Misiones, me sentí apoyado todo el tiempo por el radicalismo y por los misioneros. con la decisión que tomé”.
Al ser consultado sobre las diferentes posiciones dentro del radicalismo provincial sobre su expulsión del comité nacional, Arjol expresó “La política funciona con convicciones hacia dónde vamos, con compartir algunas cuestiones y hacer públicas las posiciones. Pues yo veo también esa doble moral en la sanción y esa doble vara en la discusión, queremos estar con la libertad avanza porque nos da una marca taquillera, pero no compartimos lo que decimos, entonces nos importa la marca taquillera o nos está importando el cambio en la Argentina. Bueno, esta es la discusión que también el radicalismo tiene que dar para adentro y que muchos dirigentes también tienen que expresar hacia dónde están mirando o pensando conducir a sus votantes”.
Sobre si intentará apelar la decisión del radicalismo nacional, Arjol expresó “nosotros vamos a ir hasta las últimas consecuencias institucionales del partido, porque en realidad esta suspensión, esta expulsión tiene que ser una decisión de la convención que debía reunirse en primera instancia en marzo y no lo hizo y también esta segunda convención que tampoco se realizó”.
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“Blindaje institucional” y el contexto político nacional
Arjol también se refirió al contexto político nacional, destacando la importancia de las decisiones que han evitado crisis institucionales graves. En sus palabras, “muchos esperaban que este gobierno [de Javier Milei] se desplomara en tres meses, pero hemos demostrado que el cambio es posible”. Para el legislador, las decisiones tomadas por algunos sectores de la oposición han sido clave para mantener la estabilidad y evitar situaciones similares a las que atravesaron gobiernos anteriores, como los de Fernando de la Rúa o Mauricio Macri.
Arjol resaltó que el peronismo ha intentado sistemáticamente “empujar institucionalmente” a gobiernos opositores para retomar el poder, pero destacó que “la Argentina de hoy, con todos sus problemas, está contenida y en paz, lo que demuestra que el esfuerzo ha valido la pena”.
El legislador misionero también respondió a las declaraciones de ex dirigentes como Hugo Escalada y Anita Minder, quienes cuestionaron su permanencia en el bloque radical y su rol en las decisiones recientes. Escalada acusó al partido de “falta de debate interno” y de ejercer “obediencia debida” hacia el liderazgo nacional, mientras que Minder insinuó que la expulsión de Arjol era algo buscado por el propio legislador. Frente a estas críticas, Arjol aseguró que “muchos radicales piensan como yo y no se irán del partido; van a dar la pelea desde adentro”.
De cara a las elecciones legislativas de 2025, Arjol afirmó que continuará trabajando por un “equipo del cambio” que incluya al radicalismo, al PRO y a La Libertad Avanza. Para él, la clave es “estar juntos, pero no amontonados”, priorizando un proyecto claro de cambio tanto a nivel provincial como nacional.
El rol del radicalismo en el cambio político
Arjol concluyó la entrevista subrayando que el radicalismo debe recuperar su conexión con las bases y con las realidades provinciales. Afirmó que su lucha no es contra el partido, sino contra una dirección que ha perdido el rumbo histórico. En un contexto donde las disputas internas y los cuestionamientos externos parecen dominar la agenda, el futuro del radicalismo, según Arjol, dependerá de su capacidad para construir una oposición genuina y comprometida con el cambio estructural que necesita la Argentina.
“La UCR enfrenta ahora el desafío de redefinir su identidad y su estrategia, en un escenario político marcado por profundas divisiones internas y un contexto nacional que exige unidad y claridad de propósito”, sostuvo el legislador misionero, Martín Arjol.
