Diciembre es un mes con mucho movimiento, dependiendo de la etapa de vida que atraviesas, podrías estar repasando para no llevarte materias, rindiendo finales en la universidad, o culminando los últimos pendientes laborales para despejar la agenda de cara a las vacaciones. No obstante, muchas personas coinciden en experimentar también la ansiedad de las fiestas. Reconocido en el ámbito de la psicología como estrés navideño, estrés de las fiestas o holidays stress en inglés, caracterizado por una mezcla de expectativas, demandas sociales y emociones que pueden resultar abrumadoras.
Desde la psicología se observa que esta época tiende a generar un especial estrés, debido a las elevada expectativas en torno a cómo se debe vivir estos eventos. Estas expectativas abarcan tanto lo material, como ser el tamaño del árbol y decoraciones del hogar, como las emociones negativas que se generan comparando la propia vida con los ideales observables en redes sociales, películas o publicidades.
La planificación de las fiestas conlleva una excesiva toma de decisiones, concretamente, en cuanto a las personas con las que se va a compartir, aparecen preguntar del tipo: quien va a organizar?, con quien se va a pasar las fiestas?, tu familia o la mía?, estas preguntas junto a otras como, que se va a comer? Que se lleva de bebida o postre?, que atuendo se va lucir? Y para finalizar las intrigas sobre los presentes que se llevan para compartir. Por consiguiente, implica una alta demanda de atención, energía y memoria que generaría una sobrecarga en la mente, ocasionando un cansancio como burn out, fatiga mental y dificultades para manejar el estrés.
Por otra parte, cada persona debe lidiar con sus propios pensamientos que surgen relacionados a esta fecha en particular, algunos son reales, otros son imaginarios, siendo desde una connotación positiva y otros negativos. Con respecto a las distorsiones cognitivas, pueden presentarse pensamientos del tipo catastrófico, va a salir todo mal, o se arruinaran las cosas, va a ser una larga noche, en otras ocasiones aparece la generalización excesiva, por ejemplo las navidades son difíciles, siempre la paso mal en las navidades, no tengo con quien pasar las fiestas, y la falta de conexiones significativas, donde se cree estos eventos resaltan la discrepancia entre, los vínculos que se esperan y los que se tienen con sus propios familiares, anticipándose a la situación y promoviendo emociones negativas entorno a las festividades.
A mi entender para atravesar las fiestas con armonía y paz puedes, en primer lugar ajustar tus expectativas, que sean realistas y alcanzables, acepta la imperfección, no todo saldrá perfecto y eso está bien, suelta la necesidad de controlar todo y complacer a todos. Evita compárate, cada familia tiene sus propias tradiciones, cada persona tiene un estilo único y tú también, conócete a ti y acéptate.
Practica el autocuidado días previos al evento, prioriza tu descanso para acudir con energía, elige una alimentación saludable y mantente en movimiento, sal a caminar , haz yoga o tu ejercicio preferido. Reduce compromisos sociales días previos y participa solo en actividades que realmente disfrutes, evita sobrecargarte así no acudes a las fiestas al límite de tus capacidades.
Simplifica la celebración, que puedan disfrutar la noche tranquila sin acelerarse, reflexiona sobre el verdadero significado de la navidad, conectando con los valores, como el amor, el respeto, la gratitud. El propósito de la navidad es el compartir tiempo significativo.
Pon limites sanos en los conflictos familiares, manejándolos con inteligencia emocional, evita temas delicados o de confrontación, se paciente y tolerante ante las preguntas incomodas, el otro no siempre sabe lo que te molesta, no lo tomes personal y solo responde lo que te sientes cómodo para compartir, valida tus emociones y la de los demás, no todos se sienten igual en las fiestas. Establecer límites sanos es poder decir no de manera asertiva y respetuosa.
Considero también de gran importancia mantener la atención plena, mindfulness, durante la reunión, te permitirá disfrutar el momento presente, trata de estimular los sentidos con las diferentes actividades que se presenten en la velada, puedes percibir la comida, sentir el papel al abrirse los regalos, escuchar atenta la conversación. Si algo durante la noche te estresa practica el autocuidado, utiliza la respiración consciente para regular el estrés que está generando la situación para sobrellevarlo de la mejor manera posible. Haces lo que puedes con lo que te toca.
La Navidad es una oportunidad para conectar contigo mismo y con los demás, de una manera que te permita crecer y disfrutar. Vive estas fechas a tu manera, con la libertad de crear momentos significativos y memorables. No se trata de cumplir con expectativas externas, sino de celebrar con autenticidad y amor. Las personas viven 50 navidades aproximadamente, donde sos libre de elegir como, donde y de qué manera vivir las festividades, no es necesario que todos los años sean como un bucle que se repite de manera continua.
¡Amínate a generar tus propias reglas, experiencias y aventuras!
Maria Selene Bortolotti…