Las rutas del norte misionero se llenaron de tractores, pancartas y productores que claman por soluciones concretas ante la crisis que atraviesa el sector yerbatero desde hace meses.
Desde el 28 de octubre, los productores piden una audiencia con el gobernador de la provincia para establecer un precio justo por la hoja verde de yerba mate y plantear medidas de alivio fiscal. Sin embargo, y a pesar de no comenzar con la zafriña a inicios de este mes, y sumado a los sucesivos reclamos, no hubo respuesta alguna.
Sergio Delapierre, productor yerbatero y referente del movimiento, dialogó con “La Última Rosca” de Radio Up 95.5 y expresó el agotamiento de los manifestantes, que desembocó este jueves en un tractorazo: “Se está haciendo muy largo todo. No llegan las soluciones. Creemos que la llave para que esto termine y podamos trabajar la tiene el gobierno provincial. Pero si ellos no dejan ese caprichito de no recibirnos, esto no avanza”.
El malestar creció luego de un frustrado intento de diálogo, donde el productor afirmó que “habían amagado con una reunión. Se presentaron algunos funcionarios en el corte de ruta de San Pedro, dijeron que querían armar una reunión con el gobernador. Todo estaba listo, pero de repente llegó una comunicación que suspendía la reunión. No sabemos cuál es la razón, qué problema hay en que nos reciban si queremos trabajar”.
El reclamo principal es que se fije un precio mínimo de $390 por kilo de hoja verde, pero también exigen medidas fiscales y subsidios para los tareferos, el sector más vulnerable: “Pedimos al gobierno provincial que vuelque algo de dinero en una especie de subsidio a los tareferos. Ellos no tienen para comer. Los productores, mal que mal, aguantamos, pero el tarefero vive de un sueldo muy bajo y no tiene escapatoria”.
Además, los productores proponen reducir la oferta para estabilizar el mercado, apuntando que “por nuestro lado, los productores podríamos dejar un 20% de la hoja en la planta y achicar la oferta. Pero del lado del gobierno necesitamos que bajen los impuestos. El Estado va a recaudar menos por un tiempo, pero si los precios siguen cayendo, también recaudarán menos porque es un porcentaje sobre lo que se factura”.
Por otra parte, Delapierre destacó que la emergencia yerbatera es imprescindible para aliviar la carga sobre los productores, sosteniendo que “están vendiendo con rentabilidad negativa, por debajo del costo, y encima les cobran impuestos. Este es el precio históricamente más bajo en 22 años. Una emergencia bien vale para que no se cobre ingresos brutos a los productores”.
En tanto, criticó la falta de estrategias efectivas para posicionar la yerba mate en mercados internacionales, destacando que “se encaró mal el esquema de promoción de la venta de yerba a terceros países. Hay que hacer más hincapié en el saquito de mate cocido, porque la gente en el mundo difícilmente adopte una costumbre tan distinta como el mate con bombilla”.
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A pesar del malestar, Delapierre subrayó la necesidad de articulación entre todos los sectores para salir adelante, manifestando que “queremos que en la provincia se fije un precio de referencia junto con el INYM. Por ejemplo, que se sepa que menos de $390 no se vende. Queremos trabajar, pero necesitamos la acción del gobierno provincial para que eso funcione”.
Mientras los tractores permanecen en las rutas y la tensión crece, los productores reiteran que el diálogo es el único camino: “Lo que pedimos no es descabellado. Queremos soluciones ya. La gente está cansada y no entiende por qué no nos reciben. Este es el momento de actuar”.