En las últimas semanas, las localidades de Andresito y Wanda, en Misiones, registraron apariciones del caracol africano gigante (Achatina fulica), una especie invasora que representa una amenaza para la agricultura, el medio ambiente y la salud pública. El caracol africano es considerado una de las 100 plagas más peligrosas para la agricultura mundial.
Esta plaga, que habita en la provincia desde hace años, ha logrado expandirse desde la zona norte, en localidades como Puerto Iguazú, Wanda y Eldorado, hasta áreas del sur, como Posadas, gracias a su alarmante capacidad de reproducción y su resistencia a diferentes condiciones.
Su presencia en Misiones compromete cultivos debido a su alto consumo de vegetación y su rápida reproducción: mientras los caracoles nativos depositan cuatro huevos por postura, esta especie invasora puede llegar a poner hasta 400.
Además de los daños agrícolas, el caracol africano es portador de parásitos que pueden causar enfermedades en humanos y animales, lo que eleva el riesgo sanitario en las zonas afectadas. Por ello, se insiste en evitar el contacto directo con estos animales y su baba, y en tomar medidas estrictas de higiene.
Recomendaciones para la población
Ante la detección de esta plaga, el Senasa emitió una serie de recomendaciones para prevenir su dispersión y reducir riesgos:
- Evitar el contacto directo: No tocar los caracoles ni permitir que los niños lo hagan. Si es necesario manipularlos, usar guantes descartables o bolsas.
- Lavar alimentos y superficies: Lavar con abundante agua potable las verduras y frutas, y desinfectar cualquier superficie que haya estado en contacto con los caracoles o su baba.
- Eliminar refugios potenciales: Mantener los patios y jardines limpios, retirando restos de madera, hojarasca, tejas u otros materiales donde los caracoles puedan refugiarse y reproducirse.
- Métodos de eliminación: Se recomienda el uso de sal común para deshidratar a los caracoles y luego enterrarlos para evitar malos olores y contaminación ambiental. No se deben utilizar venenos, ya que estos pueden afectar a niños, mascotas y fauna nativa.
- Evitar su traslado: No transportar caracoles, plantas ni materiales que puedan alojar huevos a otras zonas libres de la plaga.
La aparición recurrente de esta especie invasora en Misiones refuerza la necesidad de intensificar las campañas de concienciación y control. Su impacto sobre la agricultura, el equilibrio de los ecosistemas y la salud pública subraya la urgencia de implementar medidas preventivas y correctivas en las comunidades afectadas.
La cooperación de la población es fundamental para frenar la expansión de esta plaga, proteger la biodiversidad y salvaguardar la salud y la producción agropecuaria de la región.