El 10 de diciembre de 1983 marcó el retorno de la democracia en Argentina. Hoy, 41 años después, este sistema enfrenta nuevos retos, en medio de un constante “tire y afloje” entre oficialismo y oposiciones.
En diálogo con “El País de la Libertad” de Radio Up 95.5, la Dra. Silvana Yazbek, presidenta del Instituto de la Democracia y Elecciones (IDEMOE), ofreció un análisis profundo sobre los logros, las deudas pendientes y las transformaciones necesarias para fortalecer la democracia en el país.
Legitimidad en las urnas, pero con crisis de representatividad
“La gente en general, el ciudadano y la ciudadana argentina, cree en su sistema electoral, con lo cual ha depositado en esto la confianza de quienes han sido elegidos”, aseguró Yazbek, destacando que los procesos electorales argentinos siguen siendo legítimos y sólidos.
Sin embargo, añadió: “Tenemos crisis de representatividad. No todo lo que elegimos nos representa como debería. Hay que trabajar las democracias internas de los partidos y sectores”.
Según la especialista, esta crisis está vinculada a la pérdida de mecanismos efectivos para seleccionar candidatos que respondan realmente a las expectativas ciudadanas. “Se diluyeron -un poco las cuestiones de la democracia interna de los partidos políticos. Ahí es donde focalizaría hoy el trabajo para perfeccionar nuestra democracia”, señaló.
Las PASO: ¿una herramienta que ya no funciona?
En relación con las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), Yazbek no fue ambigua: “Las PASO, como están hoy, no sirven para democratizar los partidos. Hay que modificarlas o, en su caso, eliminarlas y repensar un sistema de democracia interna que mejore la calidad de la representación”.
Explicó que la proliferación de partidos y alianzas electorales ha desvirtuado el propósito original de las PASO. “Hoy hay 474 partidos distritales y más de 48 nacionales. Esto ocurre porque muchos partidos tradicionales se atomizan y generan nuevas estructuras que luego conviven en alianzas. Esto no fortalece a la democracia interna, la debilita”, puntualizó.
La deuda de democratizar la Justicia
Otro eje central de su análisis fue la necesidad de reformar el sistema judicial. “La Justicia hoy tiene un sistema bastante conservador y, en un punto, obsoleto”, opinó Yazbek. A su vez, propuso que se evalúen mecanismos para democratizar el acceso y la elección de jueces.
“Elegir jueces no es descabellado; países como Bolivia ya lo hacen, y México está en proceso de implementarlo. Incluso en Francia, hay sistemas donde los jueces se eligen en determinados fueros”, explicó, subrayando que en Argentina este tema sigue siendo una “deuda pendiente”.
Finalmente, Yazbek concluyó con un llamado a reflexionar sobre las herramientas democráticas actuales y la necesidad de adaptarlas a los desafíos del presente. “Trabajar en la democratización de los partidos y de la Justicia es clave. La democracia no es un logro estático, es un sistema que debe perfeccionarse constantemente para mantener su legitimidad y representatividad”.