El Día Mundial del Sida se conmemoró el 1 de diciembre con el objetivo informar de concientizar, prevenir y promover acciones contra el virus de inmunodeficiencia humana. Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, en Argentina 140.000 personas viven con VIH y cada año 5.300 adquieren el virus.
Sin embargo, terminar con el VIH es posible si todas las personas que viven con el virus conocen su diagnóstico a tiempo y luego acceden a la atención y al tratamiento. A pesar de esto, en nuestro país, el 44% de las personas conoce su estado serológico de manera tardía, cuando su sistema de defensas se encuentra debilitado.
Por esta razón, la Fundación Huésped exige que se cumplan las 3 claves para terminar con el VIH en nuestro país: el test de VIH, la atención y el tratamiento.
Sobre la importancia del test, Leandro Cahn, Director Ejecutivo de Fundación Huésped explicó: “Realizarse el test de VIH es fundamental en dos sentidos: si se confirma que el diagnóstico es negativo, es una oportunidad para reforzar las medidas de cuidado. Mientras que, si el resultado es positivo, la persona puede acceder a un tratamiento que le permite tener una calidad de vida similar a la de alguien que no tiene el virus”.
En la actualidad, el test de VIH es gratuito, confidencial, no requiere orden médica y las personas pueden conocer su diagnóstico a partir de una gota de sangre tomada de un dedo en menos de 15 minutos. En relación a la atención y al tratamiento, desde hace al menos una década se comprobó científicamente que las personas que acceden al tratamiento y mantienen los niveles de carga viral tan bajos que los análisis no pueden detectarlos no transmiten el virus por vía sexual.
Además del beneficio individual para la persona que conoce su diagnóstico y accede al tratamiento, promover el testeo y el acceso temprano a la terapia antiviral es una medida sumamente costo-efectiva desde el punto de vista económico: una persona que no sabe que tiene VIH puede contribuir involuntariamente a propagar la infección y, además, podrá generarle costos adicionales al sistema de salud si requiere internación y tratamiento si desarrollara una infección oportunista.