La muerte de Fernando Ramírez, ocurrida el pasado 5 de octubre en la comisaría Décima de Posadas, sigue generando controversias y avances en la investigación judicial. La familia del joven fallecido, representada legalmente por el abogado Ricardo Sulzberger, denunció graves irregularidades en el proceso, incluyendo supuestos actos de tortura policial y cuestionamientos a la veracidad de la autopsia oficial.
Ramírez fue detenido en el barrio A3-2, cerca del arroyo Zaimán, junto a otro joven, por efectivos de la Dirección de Agrupación Motorizada. Posteriormente, fue trasladado a la comisaría Décima, donde falleció.
En diálogo con “El País de la Libertad” de Radio Up 95.5, Sulzberger apuntó que “la instrucción recién comienza” y la familia está en proceso de “constituirse como querellantes particulares” para colaborar en la investigación. “Queremos que se sepa la verdad real, no la verdad formal ni la que algunos involucrados quieren que se sepa”, enfatizó el abogado.
Testigo clave y denuncia de tortura
El joven detenido junto a Ramírez, considerado un testigo clave, declaró recientemente ante el Juzgado de Instrucción 6, a cargo de Ricardo Balor. En esta línea, Sulzberger afirmó que este testimonio fue determinante, ya que el testigo, que anteriormente había sido “coaccionado para declarar acotadamente en la policía”, esta vez «declaró libremente».
Este testimonio, según Sulzberger, confirmó la denuncia de la familia sobre malos tratos: “El testigo aportó detalles de los malos tratos, cuestiones muy, muy raras desde el momento de la detención hasta el fallecimiento”, agregó. La familia sostiene que Ramírez sufrió “apremios ilegales” que podrían haber ocasionado su muerte, y buscan “que no exista más un Fernando”, expresó el abogado, destacando la desesperación de la familia por evitar futuras muertes similares.
Por otro lado, la autopsia realizada oficialmente fue otro de los puntos cuestionados. Según el informe inicial, la causa de muerte se atribuyó a “muerte súbita”, una conclusión que la familia rechaza. Sulzberger destacó que “había golpes y cuestiones traumáticas” en el cuerpo del joven, y adelantó que solicitarán una nueva autopsia: “El certificado que tuvimos acceso habla de una muerte súbita, como si hubiera sido un ataque cardíaco, pero hay muchas cosas que no concuerdan con esa versión. Encontramos golpes que podrían haberle causado la muerte, y esto dentro de una dependencia policial, lo cual no es menor”.
“Queremos que se sepa la verdad, no la versión que quieren presentar los involucrados”, afirmó Sulzberger, reiterando el compromiso de revisar exhaustivamente las pruebas.
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Irregularidades en los registros de guardia
En tanto, el abogado también mencionó inconsistencias entre las declaraciones policiales y los datos de los libros de guardia. “Hay pruebas inobjetables que están en los registros, pero los horarios y detalles no coinciden”, indicó. Estos registros, que documentan el traslado de Ramírez desde la comisaría Décima hasta la Tercera para una revisión médica y luego de regreso, han sido analizados por la defensa de la familia, y según Sulzberger, “hay situaciones incompatibles con los horarios y movimientos consignados”.
“Tenemos algunos nombres de policías mencionados en las declaraciones porque estuvieron en la guardia esa noche”, afirmó el abogado, señalando a los oficiales presentes como posibles responsables. Sin embargo, aún no se ha imputado formalmente a ningún efectivo. “Van a tener imputados, de eso no tengo duda”, aseguró Sulzberger.
Además, el abogado de la familia Ramírez subrayó que esperan que la justicia sea imparcial y que se haga “lo necesario para evitar que esto vuelva a ocurrir”. “La policía está para proteger a la gente, no para hacerle mal, y mucho menos para llevarlo a una situación irreversible como la muerte”, sentenció.
“Queremos justicia para Fernando y que no haya otro caso igual. La verdad objetiva absoluta debe prevalecer”, concluyó Sulzberger.
