Germán Cariac, director de la Estación Experimental Agropecuaria Valle Inferior del Río Negro del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), destacó las expectativas favorables para la producción de cebolla en la región, donde se cultivan cerca de 3.000 hectáreas. “Hoy en día la producción argentina es muy variada y se genera competencia con la región”.
En entrevista con el programa “El País de la Libertad” de Radio Up 95.5, Germán Cariac abordó la situación actual del cultivo, el impacto de la importación desde Paraguay y la relevancia del mercado brasileño para la exportación de la cebolla argentina.
«En el Valle Inferior tenemos más o menos 3.000 hectáreas, y últimamente hemos recibido productores de la zona sur de Buenos Aires, que vienen afectados por la crisis hídrica del río Colorado», explicó el director de INTA. Cariac resaltó que la llegada de estos productores al sur del país responde a las mejores condiciones de riego en el Valle Inferior, donde, a diferencia de otras zonas, el cultivo se apoya en el riego gravitacional y, en algunos casos, en la incorporación del riego por goteo, que requiere mayor inversión pero también permite obtener mayores rendimientos.
Además, Cariac se refirió a la estructura de los productores en la región, destacando que el sector está compuesto principalmente por productores pequeños y medianos. “Es bastante variado. Hay productores de 2, 3, hasta 40 o 50 hectáreas”, afirmó, añadiendo que “en general, el mercado se organiza con la influencia de compradores brasileños que se ocupan del empaque y envío de la cebolla hacia Brasil”.
En este sentido, el productor Germán Cariac señaló que Brasil es el principal destino de la cebolla de la región, con un 90% de la producción argentina destinada a este mercado. “Nuestro producto suele ser elegido por la buena calidad del suelo, por los nutrientes y porque son productos de buen tamaño”.
En cuanto al impacto de la importación de cebolla paraguaya, Cariac minimizó su influencia en el mercado local. “Por los volúmenes que hasta ahora se están mencionando, no representa un inconveniente para la cebolla argentina”, comentó, aunque reconoció que “el tipo de cambio podría hacer atractivo el ingreso de este producto”.
La importación de cebolla desde Paraguay responde a una iniciativa de empresas locales, como la firma de Corrientes que recientemente adquirió 1.600 bolsas de cebolla paraguaya para su distribución en Argentina.
Por otro lado, Cariac subrayó la variabilidad de precios en el sector. “La cebolla es un cultivo con enormes variaciones interanuales de precios”, mencionó y aclaró “incluso hay años que el producto no se vende y permanece en el campo, hasta el año próximo pero no pasa nada, no se queda feo, sino que incluso genera más calidad”.
A modo de ejemplo, Cariac indicó que el año pasado se lograron precios altos que alentaron una mayor siembra para esta temporada, lo que podría llevar a una buena oferta este año. Sin embargo, el precio de la cebolla argentina en el mercado seguirá dependiendo de la situación climática en Brasil, que “es nuestra principal competencia”.
Para concluir, Cariac enfatizó la importancia de la mano de obra en el proceso productivo. “La cebolla se cultiva con cuadrillas de trabajadores en el campo”, explicó, y señaló que la cosecha en la región se realiza en pilas al aire libre debido a las condiciones climáticas, lo que le otorga a la cebolla su característica cáscara ocre.
“La diferencia con la cebolla de Santiago del Estero, por ejemplo, es que la nuestra es más resistente, mientras que allá no pueden acumularla mucho tiempo por el calor y la humedad”, concluyó Cariac.