En el sur de Misiones, la industria maderera enfrenta una profunda crisis marcada por la ociosidad en los aserraderos, dificultades para competir en el mercado internacional y altos costos de flete.
En este marco, Guillermo Sato, representante del aserradero Magral S.A. y miembro de la Asociación de Productores, Industriales y Comerciantes Forestales de Misiones y Norte de Corrientes (APICOFOM), dialogó con “El País de la Libertad” de Radio Up 95.5 y describió el complejo escenario que afecta tanto a productores locales como a exportadores.
“La capacidad instalada hoy en día está trabajando al 50%”, reveló Sato, una cifra que refleja el uso parcial de los recursos en los aserraderos de la región. La madera, tradicionalmente un insumo valioso, hoy se encuentra en un precio históricamente bajo: “Siempre se tomó como un parámetro histórico que un metro cuadrado de machimbre vale lo mismo que una bolsa de cemento. Ahora, un metro cuadrado de machimbre intenta venderse a 3.500 pesos mientras que una bolsa de cemento cuesta más de 10.000”, afirmó Sato, lo que supone una caída de casi el 300% respecto al valor ideal.
Este fenómeno es aún más acentuado por la escasa demanda del mercado nacional y el alto costo de exportación. En este sentido, Sato señaló que “el aumento de los fletes marítimos, de Buenos Aires al resto del mundo, nos está dejando fuera de lo que es el mercado internacional, y con un mercado nacional muy parado, el panorama es muy crítico”.
Otro de los aspectos que complican la situación de los aserraderos es la antigüedad de su maquinaria. Según Sato, “la tecnología más nueva en aserraderos está diseñada para rollos finos, mientras que los rollos de gran tamaño requieren maquinaria de décadas anteriores, una limitación importante para los productores de la región”. Este desajuste es particularmente alarmante en un contexto donde “el envejecimiento del bosque implantado en pie” se traduce en árboles de mayor porte y, por tanto, en una materia prima que pocos aserraderos pueden procesar eficientemente.
A esta situación se suma la creciente competencia de los aserraderos en el norte de Corrientes, una zona que está absorbiendo parte de la materia prima disponible en la región. “El desabastecimiento de materia prima se está volviendo cada vez más marcado”, afirmó Sato, quien también alertó sobre la extracción de madera sin valor agregado para la exportación, un fenómeno que, en sus palabras, “deja a las economías regionales sin beneficios y con aumentos de precio por la falta de materia prima”.
Leé más: Aumentan las tarifas de acceso a los Parques Nacionales: turistas extranjeros pagarán 45 mil pesos
Falta de inversión
Lejos de proyectar grandes inversiones, la mayoría de los aserraderos está optando por una estrategia de contención. “Estamos más por el lado de tratar de llegar a fin de año, llegar a las fiestas y ahí veremos cómo arrancamos en enero”, indicó Sato, quien describió el enfoque del sector como un “blindaje para pasar estos tiempos tan tormentosos”.
La incertidumbre económica se traslada también a los salarios y beneficios del personal, aunque Sato aclara que el compromiso de cumplir con los aguinaldos es firme: “Tratamos de vislumbrar cómo terminar el año en ese sentido. La gran preocupación es poder cumplir el 100% con el aguinaldo en el tiempo que se pueda”.
La problemática energética añade otro desafío para el sector forestal en Misiones, especialmente durante los meses de verano, donde la demanda suele dispararse. “Es muy preocupante, no solo por el aumento de los costos, sino porque se pueda mantener. Ha habido muchos casos de cortes programados y no programados que obligan a replantearse la producción”, señaló Sato.
Para contrarrestar esta situación, algunos aserraderos están recurriendo a soluciones sostenibles, como la implementación de paneles solares y usinas de biomasa, una inversión que, aunque no resuelve el problema de fondo, ayuda a reducir la dependencia de una red energética limitada.
Por último, Sato y otros empresarios del sector forestal concidieron en que la supervivencia de la industria maderera de Misiones depende en buena medida de políticas públicas que ayuden a aliviar la carga de costos de transporte y mejoren la infraestructura portuaria. “Necesitamos ayuda en el tema de los costos de flete, y todo lo que sea mejorar nuestros costos nos ayuda a ser más competitivos”, expresó Sato, quien subraya la importancia de mantener la unidad en el sector industrial forestal sin importar la ubicación geográfica: “Somos todos un mismo sector, ni siquiera sea todo maderero. Todo el sector industrial debería estar trabajando y mirando hacia el mismo norte”, completó.