En un contexto mundial complejo, los conflictos internacionales tienen un impacto directo sobre el comercio exterior, y el sector del té no es la excepción. Eduardo Goldfard, licenciado en comercio exterior, productor y exportador de té misionero, dialogó con “RX – Realidad Mixta” de Radio Up 95.5 sobre cómo las tensiones globales afectan al mercado y su reciente participación en una convención del té en Canadá, donde fue reconocido por sus prácticas de sustentabilidad.
En relación con la situación global, Goldfard comentó sobre los desafíos actuales que enfrentan las rutas comerciales debido a conflictos como el que involucra a Israel y Hamás. “Es bueno siempre dejar aclarado que no es contra un país, sino contra un grupo terrorista. En la franja de Gaza está el grupo terrorista Hamás y en el sur del Líbano está el grupo terrorista Hezbolá”, señaló.
Además, explicó cómo estos conflictos complicaron al comercio, particularmente el tránsito de buques. “Es constante y periódico el ataque a distintos buques por parte de piratería y ataques misilísticos de los hutíes que viven en Yemen”, agregó. Esta situación generó la necesidad de desviar el tráfico marítimo en una de las rutas más importantes del mundo, lo que incrementa los costos y ralentiza la actividad portuaria.
Si bien este conflicto no afecta directamente el comercio de té que exporta Argentina, Goldfard subrayó que las complicaciones logísticas internacionales tienen un impacto indirecto en toda la cadena de exportación. “El principal destino del té argentino es Estados Unidos, y la ralentización de puertos y el incremento de costos siempre repercuten en todo el comercio exterior”, explicó.
Además de los conflictos bélicos, Goldfard mencionó otros factores que generaron problemas para el comercio, como la sequía y la baja en los niveles de agua en el canal de Panamá. “Eso también generó serios inconvenientes”, afirmó.
En cuanto a la demanda internacional, el productor señaló que no atraviesa su mejor momento debido a la sobreproducción de té en Kenia, el principal exportador del mundo. “Hubo una sobreproducción realmente significativa que afectó a todo el comercio internacional”, dijo.
Esta situación ha provocado una baja en los precios que repercutió en mercados clave para Argentina, como Estados Unidos. “Al tener tantos excedentes de producción, lo hemos notado particularmente en esta convención en Canadá”, comentó, destacando cómo Kenia está buscando expandir su presencia en el mercado estadounidense.
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A pesar de estos desafíos, Goldfard destacó el esfuerzo del sector tealero argentino por mantenerse competitivo, a pesar de las dificultades internas, como el atraso cambiario. “Nuestros costos tienen afectación directa de insumos como el combustible y la energía eléctrica, que han subido mucho más que el tipo de cambio”, señaló. La situación genera una pérdida de competitividad frente a otros mercados que han devaluado sus monedas.
Sin embargo, Goldfard destacó la unidad del sector para enfrentar estos desafíos. “Toda la cadena viene muy en sintonía entre sí, desde el pequeño productor hasta el gobierno de la provincia, estamos todos en el mismo barco”, afirmó. Además, elogió la labor de la COPROTE, entidad que representa a los productores de té, por su trabajo en la búsqueda de soluciones para el sector.
Finalmente, Goldfard expresó su orgullo por el reconocimiento recibido en Canadá por las prácticas sustentables implementadas en su empresa. “Más allá de este reconocimiento a Balmitran, creo que es mérito en general de todo el sector, ya que la mayoría estamos siendo certificados bajo normas Rainforest Alliance”, explicó.
A pesar de los problemas actuales, Goldfard se muestra optimista sobre el futuro del té argentino: “Confiamos en que vamos a andar bien y que se va a poder levantar y desarrollar la cosecha en orden”.