Desde hace varios meses, en el barrio Itá Verá de Posadas, la inseguridad sigue siendo la principal preocupación de los vecinos. El crecimiento de la delincuencia juvenil, los robos diarios y la creciente venta y consumo de drogas llevaron una crisis que afecta no solo a la Chacra 145, sino a toda la zona oeste de la ciudad.
Víctor Fernández, vecino de la comunidad, dialogó con “El País de la Libertad” de Radio Up 95.5 y describió un panorama alarmante: “El 80% de los vecinos fueron víctimas de algún tipo de robo”.
Según reveló, “hay 500 familias que están pidiendo auxilio”. La situación es tan grave que ya no se trata solo de robos, sino que ahora el consumo de drogas entre jóvenes y menores de edad se volvieron una problemática creciente. “Hay chicos de 9, 10, 11 años que están en el sistema del consumo”, lamentó, a la par que destacó la falta de control y la impunidad con la que los jóvenes se manejan en las calles.
La venta de drogas es una realidad palpable en la zona. Fernández explicó que el consumo y la adicción llevan a muchos de estos jóvenes a delinquir cuando no tienen dinero para comprar más sustancias. “Consumís, no tenés plata, te vas a robar”, señaló, evidenciando la desesperada situación que viven estos menores.
A pesar de los esfuerzos de los vecinos por mejorar la seguridad, no hay soluciones a la vista. “No vemos una respuesta de nuestro gobierno”, denunció Fernández. “Hay un trasfondo político que no se quiere resolver”, afirmó, señalando que aunque existen espacios verdes en la zona que podrían ser utilizados para actividades recreativas, no se implementaron medidas que ofrezcan alternativas a los jóvenes.
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“Se podría hacer mucho, pero no se realiza por una cuestión política”, criticó, mencionando la posibilidad de aprovechar áreas como la costanera o el arroyo Mártires para desarrollar proyectos comunitarios.
Los vecinos también reclaman una mayor presencia policial. Aunque las autoridades realizan recorridos y operativos, Fernández sostuvo que “la policía viene, pero no se queda”. Esto, sumado a la falta de recursos y de destacamentos policiales en la zona, agrava la crisis. “Estamos golpeando puertas para abrir un CAPS o un destacamento, pero no hay respuesta de las instituciones”, comentó frustrado por la inacción de las autoridades.
La desesperación llevó a algunos vecinos a considerar la venta de sus propiedades. “Llegué a escuchar a vecinos decir: ‘Voy a vender mi casa porque esto no tiene solución’”, reveló Fernández, destacando el impacto emocional que esta situación genera en la comunidad. “Hay algo que está mal, hay que cambiar y revertir esto”, completó.