Andrea Acosta, vecina y usuaria del servicio urbano de colectivos en la ciudad, denunció públicamente el maltrato que sufrió por parte de la empresa Servicios Urbanos Sociedad Anónima (SUSA). En diálogo con Radio Up 95.5, Acosta compartió su experiencia de violencia verbal y la falta de soluciones ante la acreditación de saldo en la billetera virtual de la compañía, afectando a numerosos usuarios que dependen del transporte público.
“Lo peor de todo son las formas y el maltrato con el que se movilizan desde la empresa. En la búsqueda de seguir recaudando, maltratan al usuario”, expresó Acosta, en diálogo con el ciclo conducido por Alejandro Chini y Bryan Villalba.
Según relató Acosta, la situación comenzó hace un mes, cuando cargó saldo en su billetera de SUSA para poder utilizar el transporte público. Sin embargo, ese dinero nunca fue acreditado. “Cargué viernes, cargué sábado, cargué domingo. No me habían activado. Me dijeron que espere unos días porque todas las aplicaciones tenían problemas”, explicó.
A pesar de haber esperado el tiempo solicitado, los fondos seguían sin aparecer en su cuenta. En este punto, Acosta intentó varias veces resolver la situación, pero solo encontró negativas por parte de la empresa.
“No me solucionaban el tema de la aplicación en mi teléfono. Les pedí amablemente que me reiteraran la plata que estaba en la billetera virtual, porque lo necesitaba para usar el servicio, y ellos se negaron”, relató. Cabe señalar que no era la única afectada, otras personas en la fila también compartían su frustración, como una madre que necesitaba saldo para el transporte escolar de sus hijos.
Maltrato y humillación en las oficinas de SUSA
La situación escaló cuando Acosta, después de una hora de espera, fue abruptamente interrumpida por el personal de la empresa, quienes la instaron a “correrse” para atender a otras personas. “Me trataron de mala manera y presionaron el botón de pánico. Yo estaba con mis dos hijos y de repente llegaron 10 policías. Me parece una falta de respeto que, siendo madre y estudiante universitaria, me traten como una delincuente”, expresó indignada.
Además, Acosta señaló que la empresa no solo la maltrató, sino que también se burlaron de su situación. “Las chicas se reían en mi cara. Les pedí que redactaran una nota para que el chofer me dejara subir, ya que no podía cargar más saldo, pero se reían y me decían que los choferes también se iban a reír cuando se los mostrara”.
Acosta subrayó que esta situación está afectando gravemente a muchas personas, especialmente a aquellas que dependen del transporte para acceder a la educación. “Mis hijos tienen derecho a la educación gratuita, al boleto escolar, y yo, como universitaria, también. Sin embargo, no puedo hacer uso de esos beneficios porque no me acreditan el dinero que cargo en mi cuenta”, afirmó.
La falta de acreditación también impide que ella y otros usuarios puedan solventar el gasto diario de transporte, dejando a muchos en una situación de vulnerabilidad.
Leé más: Usuarios del transporte público presentaron una nota al municipio ante el mal funcionamiento de los sistemas de cobro
El impacto en su vida diaria es significativo. Acosta contó que el maltrato recibido le generó un malestar físico: “Ayer terminé con un dolor de estómago terrible por los nervios. Fue un estado de crisis, especialmente al ver que mis hijos estaban presentes durante toda la situación”.
“No soy la única afectada. Muchas personas estamos en la misma situación. Los usuarios del sistema estamos siendo maltratados constantemente por la empresa, y además, nos están perjudicando en algo tan esencial como el acceso al transporte público”, expresó.
El reclamo de Acosta asciende a casi $10.000 no acreditados, pero más allá del monto, la gravedad del problema radica en la cantidad de personas afectadas. “No es cuestión de cuánto dinero sea. El problema es que la aplicación no funciona y sigue perjudicando a muchos usuarios. El sistema debería ser accesible para todos”.
“Estoy en proceso de hacer el reclamo correspondiente, aunque lamento no haber tenido tiempo antes para hacerlo por escrito. Lo único que pido es que nos respeten, que nos den una solución justa y rápida”, concluyó.