Finalmente, este miércoles 25 de septiembre, la Cámara de Diputados de la provincia dió dictamen favorable para la aprobación de la creación de una “Policía Digital”, conocida técnicamente con el nombre de “Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia de la Provincia”, la cual por cuestiones de mayorías parlamentarias sería aprobada en la siguiente sesión de manera automática.
Esta fiscalía se va a encargar de velar por aquellas cuestiones que se susciten en el marco de operaciones que se realizan a través de plataformas electrónicas, medios de comunicación de internet y demás que va a tener control total de lo que se exprese. Lo tratamos hoy y alertamos los peligros, porque mañana, seguramente ya será ley, y será demasiado tarde para alertar esta situación.
¿Y por qué decimos que mañana será tarde? Porque estamos ante una cuestión que, honestamente, suena casi orwelliana.
En 1984, George Orwell escribió “La Policía del Pensamiento” (nombre original en inglés: Thought Police; Thinkpol) la cual se refiere a una organización policial ficticia. La organización orwelliana se caracteriza por arrestar a los “ciudadanos que piensan” en cosas que van en detrimento de las consignas del Partido. El crimen de pensamiento («crimental» o «pensacrimen») es lógicamente el más grave de todos los crímenes sancionados por el Partido. La Policía del Pensamiento utiliza unas máquinas llamadas telepantallas similares a televisores provistos de un micrófono integrado, los cuales permiten a los agentes de la Policía del Pensamiento escuchar y grabar las conversaciones realizadas entre las personas que se encuentran a cierta proximidad de la telepantalla.
Para algunos está considerada en la Alemania nazi, para otros está considerada por la época estalinista y la época del Kremlin como control de la población. No podías emitir opiniones diferentes, no podías tener un pensamiento crítico, porque justamente el Big Brother o el Estado que estaba presente constantemente te estaba analizando, te estaba revisando por cámaras, por micrófonos y demás. Esto ocurría en esa historia ficticia a través de esta policía que llevaba a las personas a no pensar en cosas diferentes a las que establecía el partido.
En aquella historia, los ciudadanos no podían ir en contra del Gobierno y aquel que se atreviera a esto sería castigado, secuestrado y torturado según lo plantea Orwell. Una novela obviamente de ciencia ficción, ¿o no? ¿algún parecido a la realidad actual misionera?
Hace un tiempo venimos mencionando aquí en Radio Up, en las diferentes editoriales, en los diferentes programas y ciclos, que pregonamos la libertad de expresión, de pensamiento. La libertad de expresión bien entendida que tiene que ver con la posibilidad de expresar lo que pensamos, con objeciones, con cuestionamientos, o simplemente la libertad de que nos puedan explicar en lo que para otros estamos equivocados, algo que debería ocurrir simplemente en todas las relaciones humanas.
En este sentido, viene bien el ejemplo orwelliano, porque justamente es lo que se está proponiendo con esta policía el pensamiento, con esta manera tan arraigada que se ha manifestado hace ya mucho tiempo en la provincia de Misiones. Hablamos de un control de ideas, de debates, muchas veces tratamos de involucrarnos con la sociedad para que se exprese de una o de otra manera, pero muchas veces esto se hace imposible de un momento a otro.
La verdad es que no sucedió de un momento a otro. La Renovación en Misiones hace rato viene planteando un único pensamiento. Y es necesario hacer un paréntesis para entender la valoración, porque podemos creer que está bien, que está mal, estar de acuerdo o no estarlo, pero lo que no se puede hacer es guardar silencio.
El arte de gobernar implica que, en tus manos están las decisiones políticas y las decisiones políticas que se tomen son las que satisfacen a tu ideología o a tu gobierno, pueden ser buenas o malas, haciendo un juicio de valor o tomando como praxis política. Lo que no se puede permitir la política, es hacer silencio frente a lo que ocurre; lo pueden hacer los productores que a las 5 de la mañana ya están en la chacra trabajando, o un empleado de un banco que arranca su jornada entre números y papeles a las 6 de la mañana, o una maestra que se preocupa por dar clases en una colonia, pero como político o como dirigente no podes decir que no lo viste venir, o que no sabias lo que estaba pasando, porque justamente estas incumpliendo con tus funciones. Un político que está ocupando un lugar y que su función es verla venir, su función es hacer que las cosas ocurran, ya sea del oficialismo o de la oposición.
Esto no es algo que sucedió de la noche a la mañana, lo hemos planteado cuando en la cuarentena veíamos rastros, de aquellas personas que fueron detenidas por pensar diferente, por manifestarse en contra de lo que estaba sucediendo, esos detenidos que el gobierno estaba haciendo mal las cosas, como restringía las libertades personales, o como restringía las movilidades.
Recordamos en plena pandemia, que mientras en las calles los abuelos se morían, o la gente no podía acceder a los cuidados o aquellos que lo pasaba muy mal económicamente por no poder salir a trabajar y ganarse el sustento diario, el gobierno de la Renovación se dedicaba a detener a este tipo de personas, con allanamientos en sus hogares, por pensar diferente cuando lo único que hacían era en expresar sus ideas. Más acá en el tiempo, lo hemos traído también a la mesa de La Última Rosca y aquí por Radio Up, lo que ocurría con otros protagonistas de la sociedad, como Quito de Eldorado o bien otras personas que por expresarse en redes sociales estuvieron detenidos, perdieron sus trabajos o incluso “fueron investigados”. Simplemente lo que hacen es ejercer un derecho constitucional de expresar sus opiniones y diferenciarse de lo que está haciendo el gobierno oficialista.
También es necesario mencionar el rol de la oposición, que por el temor a las represalias tal vez, o por no llegar a tener los números necesarios para poner los frenos legislativos o parlamentarios a una ley, prefieren el silencio y constantemente optan por resguardarse, decidiendo expresarse cuando ya es demasiado tarde.
Entonces aparecen estas personas, estos líderes, estos dirigentes que enarbolan una idea, la sostienen y pagan sus consecuencias, generándose un vacío, un vacío muy grande en la sociedad que hoy no se siente representada. Hoy podemos decir que esto está circulando en redes y que mucha gente se expresó al respecto, “tal vez” un poco tarde.
Sin ser alarmistas o fatalistas, podemos decir que hay un temor muy grande porque estamos hablando de que se está por aprobar una ley que le da la fiscalía especializada las posibilidades de intervenir, de allanar y ordenar inclusive la detención a la persona que está sometiendo algún tipo de opinión que pueda ser difamatoria o que tenga estricta relación con una cuestión que ponga en peligro la gobernabilidad. ¿Hasta dónde van a ir?
Nos hacemos está pregunta, porque en este ejercicio hemos tenido sobradas pruebas de que el pueblo no es lo que les importa, lo vimos con la ley de bioinsumos, con la que intentaron intoxicarnos, intentaron que los productores lleguen a la quiebra, perdiendo su producción y el bien más preciado que es el trabajo diario en el sector más productivo de nuestra provincia.
Nos han obligado a todos a ser cómplices y partícipes de esta situación, porque al tener mayorías y al no haber una oposición seria, el único freno posible existente es el accionar de la justicia. O incluso hoy podemos observar que con la ley de bioinsumos los productores salieron a defender sus posturas, su trabajo cotidiano, el trabajo y el reconocimiento del trabajo rural. Ellos lograron hacer su sonar su voz y visibilizar la problemática a la que se enfrentaban.
Ahora bien, con esta “ley Mordaza”, por decirlo de una manera más fácil de comprender, ¿Quién se va a defender? o mejor dicho ¿quién se podrá defender y bajo qué argumentos? Algunos podemos expresarnos hoy con un medio de comunicación, pero muchos no tienen acceso a eso. Otra cosa, que no es menor, son aquellos que tienen un cargo político, y que en la obligación del cargo político deben responder por el espacio que han sido elegidos desde aquellos que lo han votado. Pero ¿qué pasa con el vecino a pie? ¿Qué pasa con el hombre, la señora, aquel estudiante, aquel joven que de pronto no le gustó algo y decidió manifestarlo, hacerlo saber?
Realmente, si hoy estuviéramos hablando de un gobierno que no tiene la mayoría en la Cámara de Diputados, o en el Tribunal de Justicia, o que no tiene la mayoría de los intendentes de la provincia, o los concejos deliberantes, podríamos decir que cualquier manifestación pública puede poner en riesgo la gobernabilidad, pero hoy en la provincia eso es muy difícil. ¿Un gobierno que tiene la mayoría en todos estos lugares, puede estar en peligro o es un problema interno que no pueden manejar? Habrá que pensar en que si la Renovación no puede manejar su tropa, ¿será momento de cambiar de nombre, de cambiar de partido, o en todo caso, será el momento de que la oposición comience de verdad a ocupar ese lugar y trace una línea para diferenciarse?
Si realmente hay una intención de plantarse enfrente, hay muchas alternativas. Siempre hablamos de que tenemos la legislatura con menos tiempo de sesión de todo el país y a veces pareciera que es justamente al revés, y que les sobra el tiempo, porque surgen estas ideas que se tornan peligrosas.
Cabe señalar que, con esta ley, no hay un solo punto en positivo que beneficie a la ciudadanía con la creación de este tipo de herramientas, sino que muestran una concentración del poder, el cual se han encargado de construir desde hace más de 20 años, concentrando los 3 poderes del estado.
Recordamos dos citas que son muy importantes, o deberían serlo para la vida de todos, inclusive para aquellos legisladores que juran sobre los textos constitucionales y luego votan leyes totalmente opuestas:
– Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados.
– Los habitantes de la Provincia gozarán de la libertad de expresar sus pensamientos y opiniones por cualquier medio y recibir o suministrar toda clase de informaciones. Los abusos de estos derechos serán reprimidos por la justicia ordinaria o el jurado, conforme a la ley que dicte la Provincia. Esta no podrá dictar leyes u otras medidas que, so pretexto de sancionar los abusos restrinjan o limiten tales derechos, como tampoco tendientes a coartar la difusión o libre expresión de las ideas; ni impedir o dificultar el funcionamiento de los talleres de imprenta, difusoras radiales y demás medios idóneos para la propagación del pensamiento
Como cierre, podemos decir que esto lo estamos viendo venir desde hace un tiempo, cuando en el mes de julio en la provincia de Misiones, bajo disposición del gobernador, se creó la red de agentes de cibercrimen. Es decir, se crearon 15 unidades de cibercrimen en las 15 regionales, en principio vinculadas a los ciber delitos como las estafas, pero después en palabras de sus autoridades “en investigaciones de grupos o de conversaciones para evitar dañar la vida de las personas”.
No se trata entonces de la cuestión de que hay muchos delincuentes sueltos, no es una cuestión de poco cuidado, se trata de que la vida privada, dejó de ser privada. No hay necesidad de entrometerse en la vida privada de las personas que no tienen nada que ver con delitos.
Porque mientras algunos se ofenden, porque uno manifiesta un equívoco de gestión, hay otros que siguen esperando que el Estado los atienda.
La “policía de pensamiento” nos parece se tendría que quedar en la novela de Orwell y no plasmarse en una ley que perjudique a la vida de los misioneros.
Alejandro Chini y Bryan Villalba- Conductores de «La Última Rosca»