Mientras en el municipio celebran que hubo un crecimiento interanual en los certificados de premisos de obra, al comparar las certificaciones de los últimos dos meses surge que cayeron un 7,14%, pasando de 14.803 metros cuadrados (junio) a 13.267 metros cuadrados (julio) Además, sólo el 22% (2.918 metros cuadrados) corresponde a nuevas obras.
La Oficina Municipal de Gestión de Datos confirmó que cayeron los permisos para la construcción en Posadas, entre junio y julio, más de un 7,14 por ciento, lo que da cuenta de una desaceleración importante en la actividad en el pasado mes. Asimismo, sólo el 22% corresponde a nuevas obras.
En las últimas horas, el organismo informó que durante el mes de julio de este año, se otorgaron un total de 22 certificados de permisos de obra, lo que equivale a una superficie autorizada para construcción de cerca de 13.267 metros cuadrados.
Si bien, desde la oficina ponderaron que en la comparación interanual hubo un “aumento significativo del 68,4%, lo que indica una mayor actividad en el sector de la construcción en comparación con julio de 2022”, lo cierto es que, en realidad, hubo una fuerte retracción intermensual, que, anualizada –es decir, si el 7,14 por ciento se diera en los próximos 12 meses– da una caída del 85,7 por ciento.
Es que en junio, la Oficina Municipal de Gestión de Datos informó que se entregaron 31 certificados de permisos de obra, que representaron un total de aproximadamente 14.803,8 metros cuadrados autorizados para la construcción. Mientras que en julio, fueron 9 permisos menos, lo que equivale a una retracción de 1.536 metros cuadrados, intermensual.
En cuanto a la distribución de la superficie autorizada para construcción en julio de 2023, se destaca que más del 77% se asignó a usos residenciales. Este porcentaje es sensiblemente mayor al de junio, en el que esos permisos representaron un 57,5% del total de las certificaciones otorgadas.
El cambio en la proporción de las construcciones residenciales y no residenciales aprobadas en Posadas, entre junio y julio, estaría mostrando una retracción en las obras de mayor envergadura, y un aumento -relativo- de las obras más pequeñas, que en general realizan familias y que no siempre conllevan a la generación de empleo en la construcción.
De hecho, la mayor parte de los permisos de construcción otorgados –más precisamente el 71% de la superficie autorizada– corresponde a obras que no estaban regularizadas y no contaban con permisos previos. Sólo el 22,1% de los proyectos aprobados tuvieron como finalidad la construcción de nuevas obras, mientras que el restante porcentaje correspondió a ampliaciones de estructuras ya existentes, indicaron desde el organismo.
Es decir, de esos 13.267 metros cuadrados aprobados para la construcción, apenas 2.918 metros cuadrados, correspondieron a construcciones nuevas.
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